El banquillo de El Collao pasa por ser una especie de silla eléctrica, de examen continuo para sus inquilinos. Andrés Palop no es una excepción, pese a su reputada fama como futbolista profesional. Su continuidad comienza a ser cuestionada tras una primera vuelta de la Liga regular con más luces que sombras y que ha dejado escaso margen de error para mantener viva hasta el final la pelea por las plazas de promoción de ascenso.

Con el técnico de L'Alcúdia el Alcoyano lleva cosechadas 7 derrotas en 18 partidos con el añadido de la pronta eliminación de la Copa del Rey a la primeras de cambio frente a un rival de Tercera División. Todo un mazazo para el balance económico.

Palop es el primero en admitir que su situación comenzará a complicarse si el panorama no mejora con el estreno del nuevo año. «Es evidente que los entrenadores vivimos del resultado y si no llegan se toman decisiones. Mi conciencia está totalmente tranquila porque mi trabajo está argumentado y tampoco tengo por qué justificarme. Al final el resultado te marca. Hay un presidente y un consejo de administración que si ven mal las cosas tendrá que tomar decisiones», dijo el exportero.

Con todo, Palop reiteró que en la actualidad «sólo me centro en la obligación de entrenar al equipo y de sacar el máximo rendimiento a la plantilla que tengo. A partir de ahí las decisiones que se tengan que tomar, se tomarán. Somos conscientes que debemos de dar más y soy el primero que intenta hacerlo. Hasta el último minuto que el cuerpo técnico esté aquí lo hará como el primer día, con máxima ilusión», concluyó Palop.