Sincérese. ¿Tiene futuro el Open de Valencia?

No se sabe, obviamente el torneo está en una situación difícil porque económicamente no se está solventando por sí mismo, esperamos encontrar sponsors, mejorarlos para poder continuar. Si no se tendrá que que llevar a otra sede o venderlo, que es algo que se está planteando seriamente.

¿Se ha politizado el torneo?

No, esto es algo que tiene contenido institucional como muchos torneos, pero es fundamentalmente privado. Se da «x» dinero y se agradece. A partir de ahí, el torneo no tiene esa financiación pública, ya que es una entidad privada. Como bien se sabe hay un crisis autonómica y nacional y ante eso poco puedes hacer o buscar culpables. Al final, lamentarte del por qué de las cosas no te va a solucionar nada.

Ha llegado a Valencia sin poder jugar, pero estará contento con su temporada.

Bueno, ha sido una temporada muy satisfactoria, la verdad, con cinco triunfos, el último muy reciente en Viena. He tenido buenas sensaciones y ahora quiero estar en el Masters.

Hábleme de la importancia de su hermano en su carrera...

Era mi espejo, el primero que empezó a jugar al tenis, el primero en el que me fijé. Este año ha podido ayudarme algunas semanas más. Él tiene una academia en el Club de Tenis Xàbia. Él ha podido compaginarlo y me ha ayudado en un año histórico, su ayuda ha sido fundamental, con cinco títulos. El trabajo es también de mi hermano y del equipo que tengo detrás.

¿Era mejor que usted?

Si, de pequeño él fue campeón de España, cosa que yo nunca logré. Era muy buen jugador, con muy buen proyecto de futuro y podía haber llegado lejos también.

También dijo una vez que sin la figura de Nadal no hubiese llegado tan alto...

A ver. Tenista hubiese sido igual, porque antes de Rafa ya era profesional. Pero sí es cierto que eso me ha ayudado tenísticamente. El hecho de que haya una figura tan importante que haya conseguido tanto, que haya tenido tanta ambición, me ha hecho a mí ser ambicioso también. Porque al final te fijas en el mejor y Rafa además es una persona muy cercana a mí, por todo lo que hemos convivido a nivel personal y profesional.

¿Cuál es la clave de su progresión?Porque usted tuvo un bache profundo antes de los 20 años...

Es normal. Cuando tienes 17 ó 18 años años, no acabas de ganar. Vienes de ganar muchos partidos de niño y de repente llega una fase en la que no consigues tantos triunfos y te crea dudas. Es un camino largo y es difícil. Por suerte, a mí me ha salido bien. Sí, quieres mejorar, cada año intentas evolucionar. La clave ha sido haber tomado decisiones propias. Haberte hecho mayor para ver las cosas desde otra perspectiva y no arrepentirte de lo que has hecho. Me hubiese arrepentido si no hubiera dado ciertos pasos en mi vida.

¿Sueña con ser el número 1? ¿Es eso posible?

Bueno, soñar ya sueño otras cosas. Pero es difícil. Es algo muy complicado. Creo que ahora es algo inalcanzable que yo pueda llegar a ser número 1. He llegado a ser número 3, pero hoy en día con el nivel de Djokovic, Federer sigue ahí y con gente joven que viene detrás es algo que no es mi objetivo. El mío es estar entre los ocho mejores tenistas del mundo.