El Alcoyano superó con nota, especialmente tras el descanso, la visita al Camp d'Esports de Lleida, un escenario donde sin ir más lejos se dejó la pasa campaña toda opción de acceder a la fase de ascenso.

El entrenador, Andrés Palop, dio confianza a la práctica totalidad del once que una semana antes había derrotado al Villarreal B, con la única variante de Fran Miranda por Javi Rubio como pareja de baile de Julio de Dios.

El equipo comienza a vislumbrar su potencia y volvió a apoyarse en la solidez defensiva para poner cerco a la peligrosidad del Lleida Esportiu, especialmente en la zona de creación. Tanto Marc Martínez como Albistegui apenas dispusieron de la oportunidad de circular el balón, una de las mejores armas que maneja como local el equipo dirigido por Imanol Idiakez.

Con todo, el Alcoyano careció de fluidez en ataque. En el primer acto se contagió del respeto que parecía tenerle su rival y apenas se prodigó sobre el área de Iván Crespo. El primer remate, de cabeza, corrió a cargo de Rubén Ramos, en el minuto 35, directamente a las manos del metal local.

Al filo del descanso Yacine, por participativo, también lo intentó con la testa con el mismo resultado que su compañero, el balón acabó en las manos de Crespo.

El Lleida Esportiu, por su parte, lo intentó con disparos lejanos de Marc Martínez y Colinas, sin consecuencias.

El Alcoyano arrancó el segundo acto con más intensidad y verticalidad, sabedor de que apretando el acelerador podía aspirar a algo más que el reparto de puntos.

En un período de 8 minutos tuvo contra las cuerdas al Lleida. Primero, Fran Miranda remató junto al poste una falta ejecutada por Julio de Dios aderezada por la mala salida del portero Crespo. Posteriormente, Alfaro y Yacine tropezaron con un defensa y la mala puntería respectivamente.

Para colmo, el Alcoyano se vio mermado con la lesión de Borja Sánchez en los minutos finales. Marc Martínez evitó una clara ocasión de Albistegui con una gran parada al filo del larguero, mientras que Colinas malogró un gol casi cantado tras zafarse de la defensa.