Gerard Piqué volvió a escuchar pitos jugando con la absoluta durante el partido que le enfrentó a la selección de Eslovaquia, hasta donde se acercaron numerosos aficionados de Castilla y León, último escenario donde el jugador recibió el rechazo de un sector de la afición.

La solvencia de Piqué contrarrestó las pitadas que el jugador recibía cada vez que tenía el balón, del mismo modo que, durante el partido frente a Eslovaquia, la mayor parte del Carlos Tartiere intentó contrariar los pitos que parte de la afición le dedicó al jugador catalán.

El azulgrana ya sufrió estos reproches en forma de sonora pitada durante el partido que la selección disputó en el Reino de León el pasado mes de junio, donde entró en el campo en lugar de Sergio Ramos y lo hizo entre pitos, algo que ya había escuchado tanto en el entrenamiento como al bajarse del autobús a su llegada a la ciudad. efe OVIEDO