El británico Chris Froome (Sky) fue sometido a última hora de ayer a pruebas radiológicas en el Hospital General de Andorra para descartar lesiones derivadas de la caída que sufrió en el kilómetro de la etapa reina de la Vuelta. Lo más preocupante fue el golpe que sufrió en la rodilla izquierda, de la que se dolió durante todo el trayecto hasta la meta. «La caída me dejó bastante tocado, pero traté de aguantar todo lo que pudiera para mantenerme vivo. Me vacié para llegar hasta el final», dijo el jefe de filas en la cima de Cortals D'Encamp.