José Luis Escañuela, presidente de la Real Federación Española de Tenis, ha presentado ante notario su renuncia al cargo, que, según el acta, "será efectiva el próximo 19 de julio, justo en el instante en que concluya la eliminatoria frente a Rusia, liderada por Gala León".

En el escrito, publicado por el diario Marca, Escañuela agradece a la Junta Directiva de la RFET que le permitiera "tomar la decisión de nombrar a Gala León" y dar con ello "un paso inédito en la historia del deporte" -poner una mujer al frente de un equipo de Copa Davis-, lo que supuso su "mejor regalo".

También tiene buenas palabras para los jugadores que le permitieron vivir "momentos que", dice, "jamás soñé" con sus victorias en las ediciones de 2009 y 2011 de la Copa Davis.

El dirigente anima a los tenistas a que "den un paso al frente y se pongan a disposición de Gala León para defender en Rusia los colores de España y retornar al tenis al lugar que se merece".

"Me pregunto", escribe en el acta, "cómo si era un perfecto ejemplo de transparencia en noviembre de 2013, ese juicio ha cambiado de la forma beligerante en la que se desenvuelve el Gobierno del PP contra mí y mi familia". Escañuela califica esos ataques como "injustos y falsos" y asegura que continuará defendiéndose de los mismos.

Este anuncio llega después de que Escañuela, presidente desde el año 2009, y Olvido Aguilera, vicepresidenta de la RFET, fueran suspendidos ayer indefinidamente de sus cargos por el Consejo Superior de Deportes, a la espera de que se resuelva el expediente disciplinario abierto por el TAD.

La designación de Gala León como capitana del equipo de la Copa Davis desató otro conflicto con muchos jugadores, que se mostraron contrarios al nombramiento de la sustituta de Carlos Moyá en el cargo.

Aquella decisión de Escañuela fue el detonante que marcó sus diferencias con los tenistas españoles. Algunos, como Rafael Nadal, declararon públicamente su contrariedad con una decisión que no gustó a casi ninguno de los componentes del equipo español.