Asegura que el nombre del club, Tri.Net, quiere decir «nunca es tarde para el deporte». La que habla es Krisztina Molnár. Esta húngara afincada en Alicante cuenta que empezó a correr para perder peso tras dar a luz. Con el proyecto deportivo que ha emprendido quiere promover su ejemplo. El objetivo es fomentar el ejercicio a nivel familiar, con especial interés por las mujeres y los más pequeños, sin tener en cuenta la edad o el nivel previo. A todo el que quiera hacer deporte se le recibe con los brazos abiertos.

«Nunca hemos dicho que no pueden entrar hombres en nuestro club. Lo único que les pedimos es que ayuden a propagar el deporte entre las mujeres», señala Molnár. Tri.Net cuenta en la actualidad con 75 integrantes, de los que 46 son chicas. El conjunto deportivo inició su actividad en septiembre del año pasado y la edad media de los componentes oscila entre los 30 y los 40 años. La más joven es una niña de 12 años y la más veterana suma 56. Se trata de la propia madre de la alma máter de la iniciativa.

«El deporte se mama, a mi hija la he llevado desde pequeña a todas las carreras», reflexiona Molnár. Su club prepara a sus integrantes para competiciones de triatlón, aunque como hay deportistas de distinta condición física, en Tri.Net se pueden encontrar todo tipo de propósitos: desde los que quieren correr 5.000 metros hasta los que se conforman con llevar a cabo una rutina de entrenamientos semanales. Los más preparados son capaces de hacer frente a un triatlón completo. En las numerosas pruebas populares que se extiende por toda la provincia se puede ver a los miembro de Tri.Net, en muchas ocasiones el club con más participantes.

Haciendo gala de su espíritu deportivo, en cada carrera que participan, los deportistas de Tri.Net esperan en la meta hasta que llegue el último de los compañeros. Al estilo de la práctica del tercer tiempo, frecuente en el deporte británico, al finalizar cada prueba se reúnen para comentar sus impresiones y hablar sobre sus próximos objetivos.

«Ofrecemos una forma distinta de pasar el fin de semana, sin estar en un centro comercial. Uno puedo divertirse con los hijos, con los amigos, compartiendo sensaciones», concluye Molnár.