La nadadora española de sincronizada, Ona Carbonell, quien ha conseguido la plata en combo libre, su séptima medalla en los Mundiales de Barcelona, ha asegurado que esta cita marcará "un antes y un después" en su carrera, especialmente tras los problemas de este año en el equipo.

"Los Juegos fueron muy relevantes, me marcaron un antes y un después, pero esto también. No solo por las siete medallas, que han sido increíbles, sino que por la experiencia de vivir un Mundial en casa y lo difícil que ha sido este año, aún son más satisfactorias", ha señalado en declaraciones tras la final.

Ona, que con tres platas y cuatro bronces iguala las siete medallas de Gemma Mengual en Roma 2009 (en aquel caso un oro y siete platas), ha reconocida que era "un reto difícil", pero que "finalmente se ha conseguido".

"Esta plata ha sido una gran despedida, porque nos hemos divertido, hemos brillado y hemos logrado la plata. Ha sido una competición especial e increíble para mí. Un Mundial en casa, en un año tan difícil, un equipo nuevo... quiero felicitar a todas mis compañeras y entrenadoras, porque hemos dado la talla", ha dicho.

Porque, ha admitido, "muchas chicas han debutado con un Mundial en casa y se acordarán toda la vida". "Pero yo también -ha añadido-, porque he debutado como solista y capitana. Estoy muy contenta".