El Orihuela será descendido a Tercera División en los despachos esta misma noche, una vez que se cumpla el plazo establecido por la Federación Española de Fútbol para el depósito de un aval de 200.000 euros.

El presidente de la entidad de la Vega Baja, Antonio Felices, anunció ayer, en una larga rueda de prensa, que nadie de la junta directiva actual aportará esa cantidad exigida por el ente federativo, por lo que todo hace pensar que se consumará el descenso.

Sin embargo, Felices siguió defendiendo que el Orihuela debe estar exento de presentar el aval exigido con los argumentos de que no tiene deudas con los jugadores y de que se encuentra en Concurso de Acreedores. "La Ley concursal dice que hay que pagar primero lo más antiguo para luego hacer frente a los pagos más actuales", recordó Felices. Por ello, aclaró que la directiva acudirá a los tribunales para recuperar la categoría de Segunda B, al tiempo que admitió que una vez esto ocurra, convocará una asamblea extraordinaria de socios para la elección de nuevo presidente y junta directiva, puesto que la intención de los actuales dirigentes es la de marcharse cansados de tanta zancadilla con la que dicen encontrarse en su gestión desde que se hicieron cargo de la entidad.

"La Federación toma esta medida del aval para garantizar el pago a los jugadores en aquellos equipos que tienen dificultad para cumplir con sus nóminas. Pero no es nuestro caso porque no hemos tenido denuncias este año y estamos al día con los pagos", explicó Felices. Asimismo, se quejó que de la medida resulta contradictoria porque "nosotros tenemos un presupuesto de 500.000 euros, y si depositamos en la Federación el aval de 200.000, tendríamos que sacarlo del presupuesto y supondría no poder pagar a los jugadores y desaparecer a mitad de temporada. Se generaría así el efecto contrario de lo que pretende la Federación".

El presidente del Orihuela también se quejó de que el club no puede contar con el Ayuntamiento porque no paga lo prometido, y dijo que "se nos trata como una mierda porque somos gente sencilla y no somos grandes empresarios". En ese sentido recordó que la actual junta directiva ha puesto mucho dinero de su bolsillo "de forma altruista porque no ganábamos terrenos ni nada a cambio, pero sin embargo en el Ayuntamiento dieron un millón de euros a anteriores directivos que dejaron deudas y una mala imagen del club, y a nosotros que los gestionamos bien y no tenemos deudas, sólo 45.000 euros".

Ante esta situación, y una vez se confirme el descenso, el club pondrá el caso en manos del Juzgado de lo Mercantil de Elche para que se trabaje en los tribunales la devolución de la categoría de Segunda B. El caso podría estar resuelto a mitad o finales de agosto, según estima Felices, por lo que los dirigentes trabajarán paralelamente en la confección de la plantilla, con el fin de que pueda entrar en competición y que la nueva junta directiva que coja las riendas de la entidad en esas fechas, se lo encuentre todo preparado para empezar a funcionar.