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El Orihuela ha decidido recurrir la tarjeta roja directa que el delantero del Orihuela, Dani Gómez, vio durante el partido del pasado domingo por la mañana en Los Arcos ante el Atlético Baleares, al filo del descanso. Desde la directiva de la entidad de la Vega Baja entienden que la versión del árbitro andaluz López Amaya no se ajusta a lo que realmente ocurrió sobre el terreno de juego y que se aprecia con todo detalle en unas imágenes de vídeo que serán aportadas como prueba.

El colegiado puso en el acta que el punta fue expulsado, textualmente, por "dar una patada a un contrario estando el balón en juego y no encontrándose éste a distancia de ser jugado, no teniendo que ser atendido, pudiendo continuar en el juego". Fuentes de la directiva oriolana han informado que han podido comprobar, mediante imágenes de vídeo, que Dani Gómez no llegó ni tan siquiera a rozar al jugador contrario y esperan con su recurso, que el atacante cedido por el Cartagena pueda estar disponible para la próxima jornada en Xàtiva frente al Olimpic.

Por otro lado, el club oriolano también pretende recurrir la observación que el árbitro hace en el acta cuando señala textualmente que en el minuto 69, tras la señalización del penalti a favor del Orihuela, "arrojaron al terreno de juego desde el fondo donde se situaba el portero visitante, una botella de líquido vacía y cerrada de 125 mililitros, no impactando a nadie, entregándosela al delegado de campo, dándole instrucciones para que comunicarán por megafonía que no continuaran arrojando nada desde la grada".

Las mismas fuentes de la entidad oriolana dicen desconocer si esta acción será objeto de multa, pero en caso de ser así, que supondría una multa de aproximadamente 800 euros, recurrirán alegando que la botella no fue lanzada desde el público, sino que ya se encontraba detrás de la portería en cuestión, porque fue dejada allí por los niños que durante el descanso del partido estuvieron jugando sobre el terreno de juego. De hecho, también en las imágenes de vídeo se observa el momento al que hace referencia el colegiado, y se aprecia que la botella ya se encontraba en el lugar y que el portero del Atlético Baleares, Bonis, la cogió y se la entregó al árbitro siguiendo las instrucciones de un compañero suyo que le señaló con el dedo la existencia de la misma.

"En el Orihuela nos encontramos en una situación económica delicada como en cualquier estamento, y una multa de 800 euros nos supondría un problema, por lo que recurriremos si se nos informa que ese comentario del árbitro acarrea sanción", apuntan fuentes de la directiva de la entidad de la Vega Baja.