La tenista ilicitana Silvia Soler se ha convertido definitivamente en una contrincante temible en cualquier cuadro final, independientemente del torneo que se dispute.

Después de cuajar una excelente actuación en el US Open, donde alcanzó los dieciseisavos de final, la joven jugadora de 23 años ha logrado acceder a las semifinales del Abierto de Sofía, en Bulgaria, que cuenta con un botín de cien mil dolares como compensación para la vencedora.

Silvia Soler se impuso ayer en cuartos de final a la tenista sueca Johanna Larsson, cabeza de serie número uno de la competición búlgara, por un doble 6-2.

Ahora, en la lucha por un puesto en la gran final, la ilicitana se enfrentará mañana por la mañana, a partir de las once, a la jugadora rumana Alexandra Cadantu.

El año 2011 está siendo el año del despegue del tenis de Silvia y prueba de ello son los resultados que ha venido obteniendo a lo largo de él. Sin embargo, la jugadora reconoce que su objetivo es mejorar "día a día y partido a partido" y que no hace caso a lo que ello pueda conllevar: "No me gusta mirar el cuadro y, en ocasiones, no sé contra quién juego. Me centro en mi tenis", afirma.

De hecho, sabedora de que aún queda camino por recorrer y experiencia que adquirir, admite que tampoco se preocupa por la clasificación mundial -WTA-, esa que tanto obsesiona a algunos tenistas. "Son mis entrenadores los que me informan sobre los movimientos que se producen, no me preocupa demasiado", apunta. Tras el Abierto de Sofía, Silvia Soler participará en otro campeonato de cien mil dolares y tomará parte en dos competiciones WTA en pista cubierta.

Después, la ilicitana representará al Club de Tenis de Valencia en el Campeonato de España en categoría absoluta.