La selección española se clasificó para semifinales después de un mal primer cuarto y de tener que echar mano de todo su poderío para acabar venciendo a Eslovenia por 86-64.

El camino de rosas que se esperaba para la selección desde el inicio del partido se convirtió en una empinada cuesta llena de piedras. Eslovenia salió rápida, viva, moviendo el balón con velocidad y haciendo jugar a sus pívots, especialmente a Begic, muy cerca del aro.

Esta salida de los lituanos cogió al equipo español con el pie cambiado. A partir de ahí, la defensa no funcionó, el equipo español no corrió y los tres triples intentados no encontraron su objetivo. El resultado de 16-23 fue la lógica consecuencia ante la incredulidad generalizada en el bando español.

Además, el equipo español no consiguió ninguna asistencia en los primeros diez minutos y 6 balones perdidos.

El breve descanso entre cuartos sirvió para que España saliera a la pista más centrado, más metido en el partido.

La defensa comenzó a funcionar y a robar balones, mientras que los tiradores eslovenos tuvieron muchas menos facilidades para encontrar el aro.

España empató a 25 en el minuto 16, tras un parcial de 9-2 y pese a contar con 0-5 triples y 9 perdidas. Fue un empate por pura profesionalidad.

Pese a todo, España pudo irse al descanso con 4 puntos de ventaja (35-31), 1 de 7 triples (Navarro a 30 segundos del descanso) y tras defender los últimos minutos en zona.

Las tres personales de Begic y Slokar, las torres eslovenas, fueron una indicación clara de por donde tenía que discurrir el balón para ganar un partido, que en teoría debería haber sido más fácil de lo que estaba siendo.

Un 9-0 de salida obra de los puntos de Pau, Navarro y un triple de Rudy, fueron la causa de un marcador más 'lógico' en apenas 2 minutos y medio (44-31). Con Pau Gasol abusando de la defensa de Smodis, la selección española comenzó a poner distancias en el marcador, 52-33 en el minuto 25, con Eslovenia anotando 10 puntos en los 15 minutos anteriores. La defensa volvió a ser el motor de un equipo que creció de forma exponencial en su juego cuando se sintió seguro.

El camino a semifinales estaba ya expedito para España con ventajas por encima de la veintena de puntos, 59-35 (min. 27) y con Navarro anotando triples de forma fluida, como en él es habitual.

Al final del tercer periodo, el 71-45 aseguraba la victoria y cerraba un parcial en los últimos 20 minutos de 55-19 muy ilustrativo de lo sucedido.

Sergio Scariolo, seleccionador del equipo español, comenzó a repartir minutos y a dar descanso a los titulares. Los 26 puntos de Navarro y los 19 de Pau, a los que sumó 16 rebotes de forma individual, ya habían allanado el camino.

Macedonia sorprende

Macedonia dio la gran sorpresa al apartar a Lituania de la lucha por las medallas, al ganar por 67-65, en el partido de cuartos de final. Macedonia, el equipo revelación del campeonato, perdió los dos primeros cuartos solo por 2 puntos y se fue al descanso con una leve desventaja de 4 (30-34). Con un ambiente ensordecedor, Macedonia se puso por delante en el marcador (42-41, minuto 24) y después siguió manteniendo el pulso con el equipo organizador durante todo el tercer periodo, que finalizó 49-52. Con una rocosa defensa y un ataque basado en el tiro exterior, especialmente en Vojdan Stojanovski, autor de 5 triples sin fallo hasta el inicio del último cuarto, Macedonia siempre estuvo metida en el partido y con opciones de victoria. Bo McCalebb volvió a ser el motor, guía y máximo anotador del equipo con 23 puntos. Un triple de Ilievski dio la victoria.