El Valencia empató sin goles en Genk en su debut en la actual edición de la Liga de Campeones, tras un partido en el que el equipo local celebró la igualada como un triunfo y el Valencia acabó con la frustración de no haber ganado, a pesar de sus fases de superioridad. Ésta se notó sobre todo en el primer periodo, pero en la segunda parte el fútbol estuvo más nivelado. Esta circunstancia no impidió que las ocasiones más claras para los valencianistas se registraran en el segundo tiempo, en especial en un remate de Rami al larguero (m.72). El guión no se cumplió. El Valencia controló el encuentro desde el principio. La calidad de sus jugadores era más que suficiente para ello, pero ese control no dio para crear ocasiones.