El 30 de abril de 1967 es una fecha histórica para el deporte alicantino. Ese día José Medrano saboreó las mieles de la gloria en el GP de España que se disputó en el circuito barcelonés de Montjuic, donde consiguió, con su Bultaco TSS, la tercera posición en la categoría de 250. Sólo dos campeones mundiales, Phil Read (Yamaha) y Ralph Bryans (Honda) fueron más rápidos que él. Con todo, el alicantino aguantó el ritmo durante muchos vueltas pese a que su Bultaco monocilíndrica estaba en clara desventaja frente a las pluricilíndricas japonesas que pilotaban los dos británicos. Poco a poco se quedó cortado en tierra de nadie, los primeros se le escaparon y él conservaba una diferencia considerable con el grupo perseguidor encabezado por el neozelandés Ginger Molloy, que concluyó en cuarta posición.

Cuatro décadas después, el 30 de abril de 2008, un alcoyano, Nico Terol, volvió a subirse al cajón mundialista. Fue en el circuito de Jerez ante más de ciento cincuenta mil espectadores. Apenas dos meses después llegó su primer triunfo, que no pudo tener un mejor escenario: el afamado trazado estadounidense de Indianápolis, uno de los templos sagrados del motor. A partir de ahí, su presencia en el podio se ha convertido en habitual, hasta el extremo de que a fecha de hoy en su palmarés se contabilizan 12 victorias y 31 podios. Además del subcampeonato del mundo conseguido el pasado año.

En la actual temporada, a falta de cinco carreras para que concluya el Mundial de 125, Terol es líder indiscutible y claro dominador del mismo. Medrano, que no se pierde ninguna transmisión televisiva de las carreras lo tiene claro. "Veo a Nico campeón, y no se me pasa por la cabeza ninguna otra posibilidad. Su pilotaje es superior al del resto de participantes en la categoría, yo diría que está un escalón por encima de los demás y aunque no lo conozco personalmente, lo veo como una persona muy lista y sensata, además de frío y calculador, que son las principales que debe reunir un buen piloto", asegura Medrano.

"La diferencia de puntos es considerable -según el primer alicantino en pisar un podio mundialista- pero lo que me hace verle campeón es que no hay ningún rival capaz de hacerle sombra. Esta temporada el nivel es inferior y dista mucho del de la anterior, donde se las tuvo que ver en la pista con Márquez y Espargaró a los que consiguió vencer en varias ocasiones", asevera el alicantino, quien continúa su argumentación: "No quiero decir con esto que no tiene mérito lo que está haciendo ya que ganar carreras siempre es complicado por lo que quiero felicitarle por sus logros. Ser el mejor en cualquier faceta e la vida no está al alcance de cualquiera y el lo es en el difícil arte de pilotar una moto de carreras".

En la actualidad la salud de Pepe Medrano no es todo lo buena, pero él mantiene encendida la llama de su pasión por las carreras.

A pesar de que su trayectoria deportiva transcurrió en unos años en los que no sobraba nada sino que faltaba de todo, se le considera una de las figuras más grandes del motociclismo español. Fue el único que consiguió romper en las pruebas nacionales, a finales de los 60 y principios de los 70, la hegemonía de Ángel Nieto, que ya era doble campeón mundial, arrebatándole en 1970 el campeonato de España con unas modestas y anticuadas Bultaco privadas frente al potente equipo Derbi oficial de fábrica. Siete campeonatos de España y numerosos triunfos en pruebas internacionales disputadas en Italia, Francia, Bélgica y Alemania le avalan. Ahora espera el triunfo de Terol.