La selección española quiere quitarse la espina que le clavó Milos Teodosic, hace un año en los cuartos de final del Mundial, en el último segundo con un triple casi imposible que la apartó de la lucha por las medallas.

Los jugadores españoles todavía tienen ese triple dándoles vueltas por la tripa. Todos hablan de que aquello es historia, de que fue un lance del juego y de que cada partido es diferente. Lo habitual. Pero todos están deseando jugar para cerrar definitivamente esa herida con una victoria.

La oportunidad es pintiparada, porque una victoria del combinado nacional prácticamente sería definitiva para clasificarse para los cruces de cuartos de final del Eurobasket de Lituania, mientras que colocaría a los serbios en una posición complicada, con una sola victoria y a falta de sólo un partido por disputar.

Con respecto al Mundial de Estambul hay cambios significativos como la presencia de Pau Gasol, Calderón y Serge Ibaka. Mientras que en Serbia está la baja por lesión de Nole Velickovic.