La selección española necesita imperiosamente una victoria esta tarde (14:30 h. LaSexta) ante la Alemania de Dirk Nowitzki, tanto para recuperar la moral como para seguir viva en el Europeo, porque en esta segunda fase cualquier derrota es casi definitiva.

Alemania, además el jugador NBA, tiene altura para regalar, con hasta seis jugadores con 209 centímetros o más. Sus lanzadores de larga distancia son de los más acertados del campeonato; de hecho, son los segundos tras Lituania en porcentaje de lanzamiento de tres puntos con un 41,1 por ciento y 39 de 95. Casi la única diferencia importante que hay entre ambas selecciones es en balones recuperados: España es segunda con 7,8 de media, mientras que los alemanes media 3,6 por partido.

Pau y Navarro

Además de la importancia de Pau Gasol como faro y guía del equipo, el equipo español también es adicto a Juan Carlos Navarro y a sus triples. Si el capitán los mete en momentos determinados, el resto del equipo se relaja y deja que fluya el juego. En caso contrario, aumenta la tensión y todo parece más complicado.

Y una última consideración. Una derrota, sin ser excluyente de forma directa, casi lo sería en la práctica. Apenas hay margen de maniobra y Alemania puede ser uno de los jueces de la fase. Pau estará listo para la batalla final.