El suizo Michael Albasini (HTC) estrenó ayer su palmarés en la Vuelta al anotarse en un reducido esprint de 20 corredores la primera etapa del tríptico montañoso del norte, disputada entre Sarria y Ponferrada, de 158,2 kilómetros, en la que el británico Wiggins (Sky) defendió con éxito, aunque con apuros, el maillot rojo. Albasini fue el más fuerte a la hora de resolver la etapa. Neutralizó todos los ataques que lanzaron sus compañeros de fuga en los últimos kilómetros y en la recta de llegada fue más rápido que ninguno. Alzó los brazos por primera vez en una prueba grande por delante del italiano Capecchi y del español Moreno, éste último gran beneficiado del día, ya que logró bonificaciones que le permiten entrar en el "top ten" de la general.

El pelotón de los favoritos cruzó la meta a 1.33 minutos, entre ellos Wiggins, que salvó no sin esfuerzo el primer día del "infierno del norte" y el italiano Nibali. El defensor del título pescó 6 segundos de bonificación en el primer esprint intermedio, suficientes para escalar a la segunda plaza de la general, a solo 4 segundos del británico, mientras que Froome pasa a la tercera. Primer asalto de las tres etapas señaladas como claves en la presente edición. La carrera no ofreció respiro. Salió lanzada de Sarria, cuesta arriba, en busca del primer alto de los cinco que incluía el recorrido, el Alto de O Pico Da Peña (3a). Una vez anulada la aventura, los favoritos se juntaron mientras se formaba otra expedición de 29 corredores. Hoy, décimocuarta etapa, el final inédito de La Farrapona-Lagos de Somiedo y el Alto de San Lorenzo deben servir para provocar el primer choque directo y abrir diferencias entre los favoritos.