Natalia Rodríguez encontró en la medalla de bronce en 1.500 una redención menor que le permite, al menos, sacarse la espina de su descalificación en la final de Berlín 2009 y al equipo español meterse en el medallero del Mundial de Daegu (Corea del Sur).

En la misma disciplina, Manuel Olmedo garantizó representación española en la final de 1.500 -Hidalgo y Diego Ruiz cayeron eliminados- y sueña con una final semejante a la carrera en la que ayer obtuvo el cuarto puesto en la penúltima ronda.

La final femenina de 1.500 siguió en Daegu un guión parecido al de la europea de Barcelona 2010, en la que Natalia también llego tercera. Aquella carrera se le pasó ayer por la cabeza en pleno esfuerzo, cuando observó en el videomarcador que, en la recta de meta, se le echaban encima rivales que no habían gastado.

Maryam Jamal, la atleta bahrainí heredera de la medalla de oro que perdió la española en Berlín, puso a trabajar a su compatriota Mimi Belete pero no sacó provecho porque no aguantó el cambio de Natalia Rodríguez en el último giro y se descolgó hasta el último puesto. La española tenía tantas ganas de oro que se precipitó, haciendo involuntariamente de liebre para las reservonas a lo largo de los últimos 450 metros, de forma que en la recta se quedó sin un último cambio. Tuvo que asistir, impotente, al adelantamiento de la estadounidense Jennifer Simpson, ganadora, y de la británica Hannah England, segunda.

En el fondo, el veterano Jesús España se metió en la final de 5.000 metros, aunque lo hizo de forma ajustada y por tiempos.

Por otro lado, en Salto de Longitud, el alicantino Eusebio Cáceres no se pudo clasificar para la final, al quedarse con 7,91 metros, a 13 centímetros de la distancia mínima. Tampoco cumplió las expectativas la vigente subcampeona del mundo "indoor", Ruth Beitia, que se quedó sin final al no superar el listón situado en 1,95.