La FIFA afronta un día crucial del que, salvo eventos inesperados, Joseph Blatter saldrá ungido como presidente para un cuarto mandato tras una reelección sin rival al frente de la poderosa institución, que muchos consideran está atravesando la peor crisis de su historia.

Las denuncias de corrupción se han encadenado una tras otra, manchando desde la selección de las sedes de los mundiales de 2018 y 2022 hasta la elección del máximo responsable de la entidad, el punto más importante en la agenda del 61 Congreso de la FIFA que se celebra hoy en Zúrich.

Hace tres días, el único rival que había osado desafiar a Blatter, el catarí Bin Hamman, presidente de la Federación Asiática de Fútbol y miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, se retiró de la contienda electoral, tras ser acusado de corrupción por otro miembro del Comité y horas antes de que el órgano encargado de ética le abriera un expediente por esa denuncia.

Ese ha sido el corolario de una serie de denuncias que han enlodado la reputación de la institución responsable de establecer y hacer respetar las reglas del fútbol y la de sus máximos responsables, pues denuncias anteriores en relación a la adjudicación a Rusia y Catar de las sedes de los mundiales de 2018 y 2022 alcanzaron a otros seis de los 24 miembros del Comité Ejecutivo.

Al inaugurar anoche una cena de gala que fue el punto de partida del Congreso de la FIFA, la presidenta de Suiza, Micheline Calmy-Rey, pidió a sus miembros "luchar contra la corrupción" e hizo hincapié en todo el daño que los escándalos de corrupción están haciendo a la imagen de la entidad.

Suiza acoge a la FIFA y otras instituciones deportivas del más alto nivel, como el Comité Olímpico Internacional, a las que ha concedido distintos privilegios, principalmente exenciones fiscales.

La Asociación Británica de Fútbol ha pedido que la elección de hoy se aplace, pero Blatter ha recordado que esa es una prerrogativa exclusiva de las 208 federaciones que forman el Congreso, al tiempo que no ha mostrado la menor duda en que se mantendrá a la cabeza de la FIFA.

Instantes antes del inicio del Congreso corren rumores de todo tipo, mientras los delegados recogen sus papeletas para el voto electrónico que se espera tenga lugar esta tarde, luego de las alocuciones de varios responsables de distintas instancias de la FIFA, representantes de federaciones y del propio Blatter.

Lo que es cierto es que la noche fue larga para el presidente del organismo deportivo y que éste mantuvo reuniones hasta altas horas de la noche con delegados reticentes a votar por él con el objetivo de ganar por un amplia mayoría, lo que, a su entender, le daría una mayor legitimidad y le ahorraría cuestionamientos futuros.