El capitán del FC Barcelona, Carles Puyol, permitió anoche al lateral francés Eric Abidal levantar el título de Campeón de Europa al cielo de Londres, una vez que el conjunto culé venció al Manchester United (3-1) en la final de Wembley, donde el cuadro blaugrana cosechó su cuarto título continental.

Puyol se acercó a Abidal y le colocó el brazalete de capitán. El defensa culé quería --junto con todo el equipo-- que fuese el lateral galo, aquejado de un tumor en el hígado hace menos de tres meses, quien se llevase la gloria con la foto que pasará a la posteridad.

Así, Abidal fue el último jugador de la plantilla catalana en subir el eterno pasillo de escaleras que conduce hasta el palco de Wembley y recibió de manos de Michel Platini, presidente de la UEFA, la "orejona", la segunda en los últimos tres años. Abidal disputó los 90 minutos de la final pese a que se había especulado con su posible suplencia. El técnico del Barça, Pep Guardiola, no dudó en alinearle después de haber contado con él tras su milagrosa recuperación.

Por su parte, Leo Messi, autor del 2-1, fue elegido como mejor jugador de la final. El argentino fue el jugador determinante del partido. Deshizo el empate y apareció en el momento de más riesgo del encuentro. Leo Messi, dos veces "Balón de Oro", añadió un trofeo más a su extensa carrera futbolística. Además con el tanto conseguido ha sumado doce goles en la Liga de Campeones de esta temporada y ha igualado la mejor marca en el torneo, hasta ahora en poder de Van Nistelrooy.