El italiano Fabio Fognini salvó cinco puntos de partido, cojo, sin poder moverse, y venció al español Albert Montañés, por 4-6, 6-4, 3-6, 6-3 y 11-9 en un maratón de cuatro horas y 22 minutos en los octavos de final de Roland Garros.

Montañés se acordará toda su vida de la gran oportunidad que perdió ayer en la Plaza de Toros de Roland Garros, al tener un partido ganado, y cederlo de forma patética, ante un rival que estaba muerto tenísticamente.

Tras la sorprendente derrota, el tenista catalán no se reprochó nada en su forma de jugar y aseguró que "de 100 partidos así, ganaría 99 y perdería 1". "Él se estaba jugando los tiros, tampoco iba yo a arriesgar, Ha tenido la suerte de que las bolas claves le han entrado", apuntó el español, quien no quiso valorar si Fognini tuvo una conducta antideportiva al parar el encuentro y pedir tiempo para ser atendido en la pierna derecha y ni tampoco quiso considerar si el italiano fingía para enfriar el trascendental encuentro.

Por su parte, Fognini señaló tras su victoria que tenía "calambres hasta en las pestañas". "Hoy tuve un poco de suerte, debería haber perdido, pero el tenis en un deporte algo tonto", concluyó.