Mark Cavendish, del Columbia, ha ganado al esprint la décima etapa del Giro, disputada entre Termoli y Teramo, de 159 kilómetros, por delante del español Fran Ventoso (Movistar), en una jornada de transición en la que Alberto Contador (Saxo Bank) estrenó en carrera la 'maglia' rosa que ese enfundó en el Etna.

Cavendish superó a Ventoso en un esprint largo, de fuerza, y también a Alessandro Petacchi, que fue tercero. El cántabro entró quemado con el triunfo del británico, ya que en la salida había denunciado que "Cav" no debería seguir en carrera porque hizo trampas en la subida al Etna. Según el esprinter del Movistar, se remolcó en el coche de su equipo "mientras los demás dábamos pedales".

La denuncia de Fran cayó en saco roto. ¿Dónde estaban los jueces?, se lamentaba. Para colmo, el corredor de la Isla de Man le privó de su segunda victoria en el Giro. El líder del Columbia por fin apareció en escena, como casi siempre envuelto en polémica. Alzó los brazos con un tiempo de 4.00.49, poniendo fin a una jornada con nervios al final, con los favoritos atentos en cabeza y sin cambios en la general.

De esta manera, Contador estrenó la 'maglia' rosa sin problemas y mantuvo a sus rivales directos a la misma distancia: 1:21 minutos a Vincenzo Nibali (Liquigas) y 1.28 a Michele Scarponi (Lampre). Siguen en posiciones de podio el bielorruso Sivtsov y el francés Le Mevel, a 59 y 1.19, respectivamente.

Penúltima llamada del Giro a los esprinters antes de adentrase en territorio alpino, zona de tortura. Ajenos al guión marcado salieron dos subalternos en el primer kilómetro, el francés del Euskaltel Pierre Cazaux y el japonés Beppu (Radioshack). Por delante, la carretera pegada a la costa Adriática, siempre con la amenaza del viento.

El dúo hizo sitio al tercer aventurero, el francés de origen ucraniano Yuri Krivtsov, que, intercalado unos kilómetros, se dejó la piel por subirse al furgón de cabeza.

Un viaje a ninguna parte, ya que el Columbia se pasó la etapa entera marcando el ritmo en el pelotón para echar abajo la fuga. Un destino marcado por el hambre de victoria de los "guepardos". Los hombres de Cavendish se salieron con la suya a 12 kilómetros de Teramo, la capital de los Abruzos, la región azotada por aquel terremoto de 2006.

Una nueva etapa que alteró los nervios del grupo. Los gallos aparecieron en cabeza, nadie quería llevarse un susto en forma de caída o corte. El Saxo Bank blindó a Contador con varios hombres, y el Lampre de Scarponi y el Liquigas de Nibali pasaron incluso a dirigir las operaciones antes del último kilómetro.

A 2,7 kilómetros de meta lo intentó David Millar (Garmin), pero el británico se quedó sin combustible a 1.000 metros de la línea de meta. Se armó el esprint. Ahí estaban fieles a la cita los favoritos. Ventoso se pegó a la rueda de Lastras, que le hizo de lanzador, llegó a coger unos metros, pero a un hectómetro y medio de la pancarta salió desde atrás Cavendish "el terrible" para replicar a Ventoso de la peor manera posible. Indignación para el español.

Y la sexta en el Giro para el ciclista de la Isla de Man, el mismo que se quejó amargamente cuando Petacchi le ganó en Parma. El doble campeón mundial en pista aumentó su palmarés en las grandes, adornado además con 15 etapas en el Tour y 3 en la Vuelta.

No era aceptable hasta hoy la temporada del considerado mejor esprinter del mundo, que solo había ganado en la Vuelta a Omán y en el Gran Premio Escalda. Y volvió a ganar, y con él la polémica. "Una cosa es que le perdonen un fuera de control y otra que no dé pedales", seguía lamentándose Ventoso.

Su compañero del Movistar Luis Pasamontes abundaba en el tema mientras "Cav" ponía su mejor sonrisa en el podio. "Los de la UCI toman medidas contra el dopaje y luego permiten a Cavendish remolcarse en el Etna. Eso es injusto". El británico volvió a escena, y con él el escándalo.

Mañana se disputa la undécima etapa, entre Tortoreto Lido y Castelfidardo, de 144 kilómetros. Jornada sin tramos llanos, de constante sube y baja, que incluye cuatro pequeñas cotas de cuarta categoría y un final ascendente. Turno para los "cazaetapas".