El argentino Leo Ponzio tuvo el momento de lucidez que su equipo necesitaba para encontrar el camino del gol ante el Espanyol para que su equipo llegue vivo y con opciones de lograr la permanencia en la última jornada ante el Levante. El Zaragoza jugó con más corazón que calidad futbolística pero fue el único que desde el pitido inicial hasta el final salió a buscar una victoria que, aunque le deja en puesto de descenso con un triunfo ante los levantinos le permitirá seguir en Primera división.

El partido comenzó con mucha tensión para los maños que saltaron al terreno de juego con una velocidad más que su rival. Los hombres de Javier Aguirre sacaban fuerzas de donde las había y donde no a base de mucho corazón que les conducía en algunos momentos a la precipitación. Tiros lejanos, buscando la combinación, pases largos, cualquier forma era buena con tal de llegar con peligro hasta la portería de Kameni, pero en pocas ocasiones conseguían enviar el balón entre los tres palos.

El acoso y derribo a la fortaleza visitante continúo tras el descanso. Una duda de los defensas españolistas en ir a por un balón unos metros por delante del área de Kameni la leyó a la perfección Leo Ponzio que robó y encontró un enorme pasillo para progresar y cuando llegó a su distancia, unos veinte metros engatilló un potente disparo ante el que el camerunés no pudo hacer nada. Al contrario de lo que le había sucedido en anteriores encuentros el Zaragoza defendió su ventaja.

ZARAGOZA: 1. Leo Franco; Lanzaro, Jarosik, Da Silva, Obradovic; Gabi, Ponzio; Boutahar (Bertolo, min.61), Herrera, Lafita (Braulio, min.92); y Uche (Sinama-Pongolle, min.46). ESPANYOL: 0. Kameni; Galán, Amat, Raúl, Chica (Rui Fonté, min.70), Luis García, Verdú, López, Callejón (Isaías, min.61), Iván (Álvaro, min.61) y Osvaldo. Gol. 1-0. Min.55, Ponzio.?a ÁRBITRO: González González (C. Castellano-Leonés). TA T. amarillas: Herrera y Gabi.. e Estadio: La Romareda ante unos 34.000 espectadores.