Alrededor de 2.000 niños y niñas de todos los colegios del término municipal de Elche, tanto privados como públicos, participaron ayer en la XVIII edición de la "Milla Escolar", que en esta ocasión sustituía el habitual recorrido ubicado en la avenida del Ferrocarril, por la avenida de Alicante. "El pavimento aquí es mejor y estamos muy contentos. La intención es repetir", admitían al respecto desde la organización.

El lugar no fue lo único que presentó variaciones, ya que a partir de este año, la competición pasa a llamarse "Memorial José María López García", en recuerdo a uno de los miembros más dedicados y activos de la Asociación de Madres y Padres de Elche.

Sobre las seis de la tarde, la avenida de Alicante, en su tramo paralelo a la Ciudad Deportiva, ya estaba lista para arrancar. Una multitud de familiares y amigos de los escolares, y demás viandantes, se aglomeraban tras los setos que separan el paseo de la carretera para alentar a los chavales.

El nuevo escenario rebosaba deporte y, aunque en las caras de los pequeños corredores se apreciaba un ligero y comprensible gesto de competitividad, la prueba fue una auténtica fiesta.

Las diferentes carreras se sucedían con percances que no fueron más allá de alguna rodilla pelada y unas cuantas lágrimas fruto de derrotas mal digeridas.

Con la hora prevista para el acto de entrega de los trofeos a los primeros clasificados mínimamente atrasada, se cerraba otra exitosa edición de la "Milla Escolar". Y ya van 18 años.