La plantilla del Benidorm regresa hoy a los entrenamientos de cara a la final del próximo domingo en el Luis Sunyer Picó. La junta directiva que preside Adolfo Murillo ha conseguido autobuses gratuitos para los aficionados y entradas a un precio módico de cinco euros para presenciar el partido. Para poder viajar, los aficionados deben apuntarse en la oficina del club, que se encuentra en los bajos del Pabellón Raúl Mesa en Foietes, o llamar al teléfono del club 96.585.99.99.

Mientras tanto, la actuación de Gómez Liarte seguía coleando ayer. El técnico Roberto Granero aseguraba que "no es solamente el arbitraje del domingo, ya que en los últimos partidos los arbitrajes son muy sospechosos, cuanto menos, lo de ayer fue la gota que colma el vaso, porque cada vez que caía un jugador del Alicante dentro del área era penalty. Era imposible, porque si nosotros hubiésemos hecho cinco goles el Alicante hubiese hecho cinco y si hubiésemos ocho, pues ellos ocho, estaba claro".

No quiso tampoco hablar de lo que parecía una motivación extra del Alicante, especialmente en la segunda mitad. Se limitaba decir "No quiero hablar de ese tema, todos vieron el partido, así que saquen sus propias conclusiones".

De cara al partido del próximo domingo en el Luis Suñer Picó, que por cierto será ofrecido en directo por Nou Dos añadía. "Es una final, es un partido que te da la posible salvación o el descenso, hay que sacar fuerzas de donde sea para llegar al domingo en condiciones, los jugadores sobre todo están en estos momentos hundidos por la impotencia que sienten por lo ocurrido, porque fue un escándalo, pero tenemos que sacar fuerzas de donde tengamos, porque ya no hay más posibilidades. Hay que ir a Alzira a hacer un buen partido y obtener un buen resultado, porque sólo nos vale la victoria y vamos a pelearlo, a ver que pasa, si nos lo permiten, esperamos que si".

Para este partido a la baja del central Gil, se le unirá la del otro Ayala, por sanción, pero Granero apela a la profesionalidad "como lo hemos venido haciendo hasta ahora y a ver lo que ocurre".

Quien estaba también sumamente enfadado era el meta Óscar Fornés. "Lo del tercer penalty sobre todo es increíble, llego al balón y logro atraparlo, mientras que el jugador del Alicante me clava los tacos en la rodilla. Pienso que ha pitado falta en ataque y cuando veo que señala el penalty, me quiero morir. El domingo me desperte a las cuatro de la mañana, pensando en la jugada y la vi repetida cuatro veces y es imposible que pueda señalar el penalty", acabo diciendo el guardameta benidormense .