El Giro de Italia llora la muerte del ciclista belga Wouter Weulandt, de 26 años, quien se dejó ayer la vida en el descenso del Passo di Bocco, un puerto de tercera categoría situado a 25 kilómetros de la meta de la tercera etapa que se disputaba entre Reggio Emilia y Rapallo. La caída de Weylandt se produjo pasadas las 16.00 horas, con el pelotón lanzado en la persecución de los escapados del día. El ciclista del Leopard cayó de modo espectacular y enseguida se vio que se trataba de un percance muy serio. Fue un golpe en la cabeza contra el muro protector de la calzada que le dejó inconsciente.

Fueron imágenes patéticas de Weylandt tendido en el asfalto. Los médicos, con el doctor Giovanni Tredici al frente, acudieron en su ayuda y no tardaron en comprobar que se encontraba inconsciente en medio de un enorme charco de sangre. Una parada cardiorrespiratoria que precisó de masajes de reanimación sobre el asfalto. Las maniobras no obtuvieron éxito, por lo que Weylandt fue trasladado en helicóptero al Hospital de Génova, donde no se pudo hacer nada por salvarle la vida. La muerte fue casi instantánea.

Una hora más tarde, pasadas las 17.00 horas, llegó la comunicación oficial del fallecimiento de Weylandt. La cuarta víctima en la historia del Giro de Italia. "Weylandt tenía una fractura en la base del cráneo y algunas en la cara. No ha respondido a los masajes de reanimación", dijo el doctor Tredici.

El cadáver del ciclista belga será trasladado al hospital de Lavagna (noroeste) para serle practicada la autopsia, ordenó ayer el fiscal adjunto de la localidad de Chiavari, Francesco Brancaccio. Brancaccio también ordenó la apertura de una investigación sobre el accidente que ha llevado a la muerte del joven ciclista, de 26 años.

Angelo Zomegnan, director del Giro de Italia, dijo que no se hizo oficial el fallecimiento de Wouter Weylandt hasta que no fue informada su mujer, Anne Sophie, que tardó en ser localizada porque no estaba en su casa cuando se produjo el accidente.

El director general de RCS Sport, entidad organizadora del Giro, Michele Acquarone, manifestó que la etapa de hoy será "de luto desde el comienzo hasta el fin" y que habían pensado "que no valía la pena continuar", tras la muerte de Weyland, pero los corredores querían homenajearle en la carrera.