El seleccionador francés, Laurent Blanc, no está implicado en el escándalo de racismo que vive el fútbol francés tras revelarse una conversación en la que se habló de instaurar cuotas en los centros de formación, según las conclusiones de la comisión de investigación del Ministerio de Deportes.

La ministra de Deportes, Chantal Jouanno, comunicó hoy los primeros elementos del informe de esa comisión, que concluyó que no hubo ningún proyecto discriminatorio en el seno de la Federación Francesa de Fútbol (FFF).

El caso se abrió después de que la web Mediapart revelara el contenido de una reunión en la que participó Blanc y donde se propuso limitar la presencia de jugadores con doble nacionalidad en los centros de formación franceses.

Jouanno indicó que las conclusiones de la investigación indican que no hay pruebas que "permitan sospechar que ha habido un ataque a la ley sobre las discriminaciones", por lo que "no hay objeto para acudir a la justicia".

Reconocen los investigadores que durante la reunión del pasado 8 de noviembre revelada por la prensa se debatió sobre la introducción de cuotas de jugadores con doble nacionalidad, pero que en ningún momento se apoyó "una filosofía racista o discriminatoria".

En cinco o seis semanas se desvelará el contenido completo del informe que, según la ministra, denuncia "palabras desacertadas y fuera de lugar" y "sobreentendidos a menudo al límite de la deriva racista".

En particular, destaca la afirmación del director técnico nacional, François Blanquart, de que sería positivo limitar, de forma secreta, el número de jugadores con doble nacionalidad en los centros de formación porque, a menudo, éstos, una vez formados en Francia, optan por defender los colores de su otro país, generalmente africano.

Jouanno reconoció que este problema existe y se deriva de las nuevas reglas introducidas por la FIFA en 2009 y que permiten a los jugadores optar por una selección absoluta aunque hayan estado en las categorías inferiores de otro país.

El debate de los jugadores con doble nacionalidad se mezcló con el deseo de Blanc de contar con futbolistas más técnicos y menos físicos en los centros de formación para poder cambiar el modelo de juego francés y hacerlo más técnico.

En la defensa de ese planteamiento, el seleccionador pronunció palabras que muchos observadores han considerado racistas.

"Actualmente, los grandes y potentes son los negros. Es así. Es un hecho. Dios sabe que en los centros de formación, en las escuelas de fútbol, hay muchos (negros). Creo que hay que buscar otros criterios, modificados con nuestra propia cultura", agregó.

Blanc puso como ejemplo a los españoles: "Me han dicho: 'Nosotros no tenemos ese problema, no tenemos negros'".

El seleccionador matizó que su intención no es "eliminar a los extranjeros, si no tener criterios mejor definidos para atraer" a otro tipo de futbolista.

El informe concluye que esas palabras no demuestran que Blanc esté de acuerdo con orientaciones discriminatorias y que el seleccionador en ningún momento se mostró favorable a la limitación de jugadores con doble nacionalidad en los centros de formación.

En cuanto a Blanquart, que se encuentra suspendido de forma provisional desde que el escándalo saltó a la luz, la comisión propone que comparezca ante el Consejo Federal de la FFF no por racismo si no por sus dificultades a controlar al personal técnico a su servicio.

Ese órgano se reunirá el próximo jueves para estudiar las conclusiones de la comisión de investigación del Ministerio y las de la que la FFF ordenó.

Tampoco se esperan sanciones contra el responsable del fútbol en los barrios desfavorecidos, Mohammed Belkacemi, autor de la grabación de la conversación.

La comisión concluye que su objetivo no era desestabilizar la FFF.

Belkacemi afirmó que grabó la reunión cansado de escuchar declaraciones de tinte racista en ese tipo de encuentros.