El crevillentino Francisco Candela Pastor, vicepresidente del Centro Excursionista de Crevillent, y Cosme Almendros Azorín, realizaron la subida al Mallo Pisón en la localidad de Riglos en la provincia de Huesca. El Mallo Pisón es el predominante de entre todos los Mallos de Riglos, elevándose de manera magnífica desde casi el mismo pueblo oscense, dando verticalidad a todo el paisaje. "Tiene unos 400 metros de altura, la primera mitad es muy vertical, desplomando un poco más arriba hasta llegar a la serie de canales y espolones que definen su parte superior", asegura Francisco Candela, que a sus 61 años de edad todavía sigue asumiendo retos en las montañas.

Esta cumbre no se puede ascender sino es realizando la escalada extrema y su ascensión esta considerada como una de las más difíciles de España, según estos montañeros. La escalada en sí se realizó por la cara sur, con una altura de 350 metros. El recorrido de la vía se realizó desde el espolón sureste con un recorrido de 400 metros.

La vía está compuesta por 11 largos de dificultad. La formación de este macizo está compuesta por conglomerado de bolos o cantos redondos adheridos entre ellos, siendo esta formación única en el mundo. Para estos dos miembros del C.E.C. el ascenso "fue complicado pero muy deseado a la vez, ya que esta subida es una de las más reconocidas por los alpinistas" comentaron.

Además Candela manifestaba que "desde la cumbre que es una de las más altas de este macizo, se divisaba perfectamente el río Gallego, al Este observamos una pared llamada la Visera. Al Oeste contemplamos el contorno de las agujas del Fire. Estas agujas que, entre Peña Ruaba y el macizo de los Fils, se extienden a lo largo de la vertiente sur de la Sierra de Loarre, en el corazón de la provincia de Huesca.