Banderas, camisetas y, por supuesto, vuvuzelas. Alicante se ha vestido de rojo, el color que une a millones de españoles estos días para animar a la selección. Las muestras de apoyo al combinado nacional se pueden apreciar en toda la provincia.

En la capital continúa la fiesta futbolística, que empezó con el ascenso del Hércules a Primera División. Hasta hace un mes, las camisetas blanquiazules eran la seña de identidad de los aficionados al fútbol en la ciudad. Sin tiempo para la resaca, la afición alicantina se ha enfundado la roja para apoyar a la selección española.

Las banderas engalanan los balcones, como en las grandes citas. Además se llevan en las antenas de los coches, al cuello o pintadas en la cara. Cualquier sitio es bueno para dejar constancia del apoyo a "La Roja". Y también cualquier lugar es bueno para seguir la gran final esta tarde. El Centro Comercial Panoramis espera batir hoy el récord de asistencia. Y por si gana, se prevé vallar la Plaza de Luceros, aunque eso no impedirá que los alicantinos acudan a la fuente para celebrar la posible victoria.

La provincia se implica

La moda del rojo se extiende por toda la geografía alicantina. La ciudad de Elche está volcada con la selección española. El Ayuntamiento ilicitano ha puesto en marcha varias iniciativas para animar al combinado nacional ante esta cita histórica, como el despliegue de una gran bandera española en la fachada de la Mutua MAZ antes del inicio de la final, o la inclusión del mensaje "Elche con la Roja" en las imágenes proyectadas sobre la fuente de la rotonda de San Antón.

La Vega Baja también se prepara. En Torrevieja se proyectará el encuentro en el Teatro Auditorio. También se instalarán pantallas en Guardamar del Segura y Pilar de la Horadada. En Orihuela también hay preparado un dispositivo especial centrado en la Glorieta en caso de que venciera España la final. En Alcoy, no habrá pantallas gigantes, pero la ilusión no cesa. Algunos bares tienen mesas reservadas desde la victoria frente a Alemania y el centro se cortará al tráfico cuando acabe el partido para que la marea roja discurra por las calles.