Todavía le falta bastante para parecerse al obús que es el Red Bull pero, poco a poco, el F10 se pone a tono. Lo que quiere Fernando Alonso es que llegue al último tramo de la temporada en buenas condiciones para poder luchar por el título si es que entonces todavía lo tiene a tiro. Y por eso poco a poco la va exigiendo para probar hasta dónde llega su evolución. Lo de ayer en Silverstone se asume como una buena señal en la Scuderia.

Si logran ir bien en una pista tan poco propicia como la británica, los augurios no pueden ser mejores para Hockenheim y Hungría, las dos próximas citas del verano. Alonso se fue ayer con el segundo mejor tiempo del día. Cuatro décimas más lento que el Red Bull de Webber, sí, pero también tres mejor que el otro coche de las alas, en manos de Vettel. Y Massa tampoco estuvo mal, cuarto en el global del día.

La lectura es que el F10 todavía no está para luchar por la pole. Hoy todas las papeletas son para Red Bull (otra vez), que sólo ha dejado escapar una en todo el año, la que Hamilton les birló en Canadá. Claro que entonces el inglés iba con el depósito tan vacío, que ni siquiera pudo llegar de vuelta al garaje y se ganó una de las famosas reprimendas de la FIA -además de una multa económica-, con el consiguiente aviso de que en próximas ocasiones el castigo será más severo. Aquella tarde Red Bull improvisó una tanda clasificatoria con neumáticos duros en busca de una táctica de carrera original. Pero el tiro les salió desviado y no funcionaron el sábado ni tampoco el domingo. Vamos, que se lo dejaron en bandeja al inglés.

Canadá al margen, el dominio de Red Bull los sábados es insultante. Luego no rematan como deberían en carrera y por eso no mandan en el campeonato. Lo de Ferrari es otra historia. Llevan medio campeonato sufriendo, al tran tran y cuando todo mejoró la suerte dijo que no quería estar a su lado. Así se le fueron a Alonso dos buenos resultados en Canadá y, sobre todo, en Valencia.

Pero el trabajo en la fábrica de Maranello no se detiene. El día fue duro para los pilotos, mecánicos e ingenieros en Silverstone. Y al final, Alonso les recompensó con la segunda plaza.