Los más de treinta millones que percibirá el Barça por el traspaso de Touré Yayá al Manchester City, supone el traspaso más elevado percibido por el club barcelonista en su historia, al margen de la operación que llevó Luis Figo al Real Madrid.

A diferencia del pase de Figo al Madrid en el verano de 2000, que fue mediante el pago de la cláusula de rescisión (10.000 millones de pesetas; unos 60 millones de euros) y no medió traspaso, el pase de Touré al City es una operación nada habitual para el Barça.

El club barcelonista, un club eminentemente comprador, habrá prácticamente cuadruplicado lo que le costó en su día el jugador africano.

El Barça lo fichó procedente del AS Mónaco en el verano de 2007 por algo más de ocho millones de euros. Desde ese día fue ganando peso en el equipo, aunque en esta última temporada, la confianza depositada por Pep Guardiola en Sergio Busquets le ha dejado sin tantas opciones.

Dos cuestiones han perjudicado esta temporada a Touré Yayá: su participación en la Copa África (que le dejó fuera de la órbita del Barça durante un mes) y los excesos verbales de su representante, Dimitri Seluk, quien desde el principio de la campaña parecía dispuesto a forzar la salida del marfileño.

Y es que Touré Yayá (27 años), desde que se inicio profesionalmente en su país (ASEC Mimosas) habrá jugado en siete equipos desde 2001, una prueba de que no parecer asentarse en ningún sitio.

Del ASEC pasó al Beveren belga, equipo en el que jugó dos temporadas (de junio de 2001 a junio de 2003), fichó por el Metalurgs Donetsk ucraniano, equipo en el que milito en la campaña 2003-04.

Regresó posteriormente al Beveren (2003-04) y después a Donestsk (2004-05). De ahí pasó al Olympiacos, también una temporada (2005-2006), y firmó por el AS Mónaco, donde también permaneció sólo un año (2006-07).

En el Barça firmó en el verano de 2007 y ha permanecido tres años jugando al máximo nivel. En esas tres temporadas, el jugador prácticamente ha cuadruplicado su valor: de ocho millones a más de treinta.

Hasta esta operación, la mejor realizada por el Barça fue el pase de Figo al Real Madrid. No medió negociación, porque la entidad de Florentino Pérez pagó la cláusula de rescisión (60 millones) para hacerse con el delantero.

También obtuvo el Barça buenos dividendos en la venta de Ronaldinho al Milan (25 millones en junio de 2008) y en la del también brasileño Sonny Anderson al Olympique de Lyon en el verano de 1999.