La selección de Paraguay, que hizo historia al lograr por primera vez en su historia la clasificación para los cuartos de un Mundial, dedicó el triunfo al jugador Salvador Cabañas, que aún se recupera de las secuelas del disparo en la cabeza que sufrió en un local de México. Esta dedicatoria fue lo más entrañable de un partido aburridísimo. Posiblemente, el peor del Mundial, con dos selecciones que tenían mucho miedo a perder -era la primera vez que ambos podían meterse en cuartos de final- y que, de alguna forma, prácticamente pactaron llegar a la tanda de penaltis. Esta suerte fue esquiva con Japón, la selección que había arriesgado más. Pero Komano lanzó fuera el tercer lanzamiento.

España y Paraguay se han enfrentado una vez en la cita mundialista. Fue en 1998. Tras la derrota ante Nigeria, España no fue capaz de mover el marcador, algo que acabaría prácticamente de abortar sus esperanzas de rectificar. De la mano de Chilavert, los rojiblancos ganaron a los africanos y mandaron a casa a la selección de Javier Clemente.