Hacía mucho que no se veía a Fernando Alonso tan enfadado después de una carrera. Sus respuestas, sobre todo a las preguntas de los medios ingleses, hacían regresar a la cabeza los combates dialécticos de 2007. También ahora estaba Hamilton de por medio, así que a la situación no le faltaba de nada. Serio, muy serio, no sonrió ni una sola vez. Contestaba con frases cortas, certeras e incluso agresivas. "Yo respeté las normas y él no, pero al final terminó segundo y yo, noveno". Sentencia rotunda, directa y resumida cuando le piden que explique lo que pasó en la pista.

Pero ni siquiera con Hamilton tenía Alonso el mayo enfado. Apuntó directo a los comisarios de la FIA. "Veinte vueltas (fueron en realidad quince) para tomar una decisión me parece demasiado tiempo. La carrera estuvo manipulada por una decisión desafortunada. Yo luchaba con Hamilton por el segundo puesto y cuando salí del cambio de neumáticos se había escapado".

Otra vez la norma del coche de seguridad está en la picota. Habrá nuevos debates, otras ideas y seguro que acabará retocándose. Ayer lo pidió el director de Ferrari, Stefano Domenicali. También Michael Schumacher, que estuvo atrapado por el semáforo rojo del pit lane y arruinó su carrera, cuando no lo estaba haciendo demasiado mal.

Alonso, sin embargo, no vio problemas en la acción del "safety car". "Había un accidente y la prioridad era saber si el piloto respiraba. Es una lotería que te puede perjudicar o beneficiar, porque al final del año todo se equilibra. Es un golpe de suerte pero es la primera vez que veo a alguien adelantar al coche de seguridad", dijo. "Hasta los niños que estaban en las tribunas saben que no se puede hacer", agregó.

Otra vez se queda Fernando Alonso sin celebrar algo importante en el circuito urbano de Valencia. Nunca ha ganado, ni siquiera se ha subido al podio, y parecía que ayer iba a estrenarlo. No pudo ser y la afición se quedó con las ganas. "El público no se merecía la carrera que ha visto. El resultado se ha alterado por esa decisión y la gente estaba disgustada. Es una injusticia".

Tardaron tanto los comisarios que Alonso no llegaba a entender el motivo. Así Hamilton pudo abrir hueco y pasar tranquilamente junto a los garajes sin mayores riesgos para su segunda posición: "A Hamilton, a Massa y a mí nos perjudicó el coche de seguridad. Simplemente es mala suerte, pero hay uno que lo adelanta, y se ve claramente y tardan muchas vueltas en sancionarle".

La oportunidad de festejar una buena carrera de sus dos pilotos era real en Ferrari. "Felipe y yo estábamos tercero y cuarto. Podíamos meter dos coches en el podio y al final no hay ninguno. Es una oportunidad perdida de manera injusta mientras en McLaren están felices con sus dos coches en el podio". Tan dolido estaba que dio a entender que son las situaciones de este tipo las que perjudican a la imagen que tiene la Fórmula Uno: "Estas cosas hacen mucho daño a nuestro deporte".

También aseguró que él no habría adelantado al coche de seguridad, incluso sabiendo que saldría beneficiado. "No, no lo haría. No me sentiría bien. Siempre respeto las normas y he sido muy claro con eso. Repito, no lo haría".

Vettel, exultante

El alemán Sebastian Vettel se mostró ayer doblemente feliz por el triunfo conseguido en la carrera del Gran Premio de Europa y por el buen estado en el que se encuentra su compañero, el australiano Mark Webber, tras el accidente sufrido en el trazado urbano de Valencia. "Estoy muy contento por volver a ganar. Ha sido una carrera intensa y en la que la concentración ha sido fundamental, pero me alegro más por el hecho de que a Mark (Webber) no le haya pasado nada. Ha sido increíble pero debemos celebrar que no hay sucedido nada grave", apuntó. E insistió: "Lo más importante del día es que Mark está bien".