El tenista estadounidense John Isner pagó caro el cansancio acumulado tras el maratón que vivió ante Nicolas Mahut en primera ronda, en un partido que duró 11 horas y cinco minutos y se prolongó durante tres días Ayer se despidió de Wimbledon en tercera ronda. El norteamericano sólo pudo aguantar 73 minutos ante el holandés Thiemo De Bakker para despedirse por 6-0, 6-3 y 6-2 en un partido en el que no pudo firmar ningún "ace"' después de los 112 que conectó ante el galo. Isner, que el jueves mantuvo 69 veces seguidas su servicio, cedió sus cuatro primeros saques, acabó con 32 errores no forzados por los cinco del neerlandés y necesitó asistencia médica en el cuello tras ceder el primer set en 16 minutos. Además, tuvo que hablar con su entrenador en casi todos los intercambios y comió numerosos plátanos y barritas energéticas. Cabeza de serie número 23 del torneo, Isner hizo frente a su segundo partido en Wumbledon, para el que no tuvo tiempo de reponerse y apenas ofreció resistencia.

En el otro partido más atractivo de la jornada, Novak Djokovic creativo y en plenas facultades tumbó al español Albert Montañés, por 6-1, 6-4 y 6-4. El jugador serbio, tercer favorito del torneo, que el pasado año llegó hasta los cuartos de final, tendrá como rival en octavos de final a Lleyton Hewitt, ganador de Wimbledon en 2002. El australiano se impuso al francés Monfils.

Por su parte, Feliciano López se despidió en tercera ronda de uno de sus torneos fetiche, al caer en cuatro mangas ante el austriaco Jurgen Melzer, que sigue en el estado de forma que le permitió llegar hasta semifinales en Roland Garros. El toledano, semifinalista hace dos semanas en Queen's, no pudo hacer frente al centroeuropeo, en un duelo en el que no le funcionó el saque.