La vigente campeona del Mundo, Italia, podría decir adiós al Mundial de Sudáfrica esta misma tarde si no gana a Eslovaquia. La selección centroeuropea, por su parte, podría pasar a octavos si vence a Italia. Este partido es el más importante de la jornada. El otro encuentro del grupo F, sin embargo, podría tener trascendencia en el de la selección transalpina. Si la sorprendente Nueva Zelanda empata o pierde a una Paraguay que necesita ganar para asegurarse el pase a octavos, Italia podría verse en la siguiente fase con un empate. Pero hete aquí que Nueva Zelanda también necesita los tres puntos para conseguir el que sería el hito más importante de la historia del fútbol en su país: llegar a los octavos de final de un Mundial.

Su seleccionador, Ricki Herbert, aseguró ayer que su equipo no teme al de Paraguay. No afrontamos con miedo el choque contra Eslovaquia ni contra Italia y tampoco lo vamos a hacer en el partido ante Paraguay. Tenemos una ocasión única" de clasificación, declaró. Herbert comentó que parte de la confianza en su selección es el buen momento que atraviesa su portero, Mark Nelson Paston.

Italia, por su parte, ligeramente sacudida por las declaraciones del ministro italiano y líder del partido separatista Liga Norte, Umberto Bossi, que aseguró ayer que era "sólo una broma" la insinuación que hizo sobre que Italia iba a "comprar" el partido, afronta el encuentro muy "tocada" tras su discreto empate ante el modesto combinado oceánico y examina su prestigio e historia sin opciones de reválida, en un encuentro donde deberá cambiar su estilo conservador y frío en busca de un juego más dinámico, aunque sea especialista en optimizar sus recursos y explotar sus cualidades sólo cuando es estrictamente necesario. El seleccionador italiano confiará de nuevo en la solidez de su bloque y espera que arriba empiecen aparecer las ocasiones, unas ocasiones esquivas hasta el momento desde que comenzó el Mundial.