Hoy comienza la última jornada de la primera fase mundialista. Se disputarán cuatro partidos por día, con lo que cada día se cerrarán dos grupos.

Cada uno de estos grupos disputarán los partidos a la misma hora, en turnos de cuatro de la tarde y ocho y media de la noche. Desaparecen así los partidos de la una y media del mmediodía. Esta unificación tiene como objeto que los cuatro equipos disputen los partidos estando lo menos pendientes posibles de qué están haciendo los otros dos rivales.

Esto ocurre ante el escarmiento de lo sucedido en 1982: tras la victoria de Argelia por 3-2 ante Chile, disputado un 24 de junio, al día siguiente jugaron Alemania y Austria, que ya sabían que con un resultado de 1-0 para los teutones, ambos pasaban ronda. Y el resultado fue, lógicamente, 1-0.

Uno de los aspectos que preocupan es la posibilidad de haber empates perfectos entre selecciones, tanto para decidir el primer y el segundo puesto como para el segundo y tercero. Por ejemplo, si en el grupo F se producen empates por el mismo tanteo, Italia y Nueva Zelanda estarán totalmente igualadas. Para este caso se ha determinado que habrá sorteos y que éstos se celebrarán tres horas después de la hora prevista para el inicio del partido.

En la jornada de hoy, el interés estará sobre todo en los partidos del Grupo A, por el drama que supone la posible eliminación de Sudáfrica y de Francia. Y, sobre todo, por si Uruguay y México deciden no pelear, forzar el empate y pasar los dos, aunque eso implicará que México, en buena lógica, se enfrentaría a Argentina, algo que no debe hacerles mucha gracia.

En el grupo B, con Argentina casi campeona y que alineará muchos suplentes (pero no Messi, que jugará), para la segunda plaza está todo abierto y las tres selecciones (Nigeria, Corea del Sur y Grecia) mantienen opciones.