Alrededor de 70.000 personas tiñeron de púrpura y oro las calles de Los Ángeles y reclamaron un tercer título consecutivo de la NBA a los Lakers, que dedicaron el campeonato a los aficionados durante un desfile de tres kilómetros en autobús.

"We love L.A." (amamos Los Ángeles), "Back2Back without Shaq" (dos títulos seguidos sin 'Shaq', en alusión al pívot Shaquille O'Neal), "3Peat" (tres títulos seguidos) o "This is Kobe's Town" (éste es el pueblo de Kobe), fueron algunos de los mensajes que se podían leer entre la muchedumbre.

Unos 10 autobuses desplazaron a jugadores, familiares, cuerpo técnico, medios de comunicación, autoridades e incluso a las "Laker Girls", las famosas animadoras del conjunto, en un despliegue que costará a la organización cerca de 1,5 millones de dólares.

El recorrido -que se alargó durante una hora- comenzó en el Staples Center, el pabellón del equipo, para después tomar la avenida Figueroa y dirigirse hacia la calle Jefferson, cerca del campus de la Universidad del Sur de California (USC).

"Gracias por vuestro apoyo constante", fue el mensaje de Pau Gasol a la afición angelina. "Jamás olvidaremos lo de este año. Ha sido un viaje alucinante, y no lo podríamos haber conseguido sin vosotros", añadió.

El español, al igual que el resto de los jugadores de la franquicia californiana, atendió brevemente a los medios antes de subir al vehículo donde aguardaban los familiares. En su caso, estuvo acompañado por sus padres, Agustí y Marisa; su hermano pequeño, Adrià, y su pareja, Silvia.

"Es una sensación genial. Algo increíble. No hay nada mejor", comentó el catalán acerca de ganar a los Boston Celtics, el rival histórico de los Lakers, en el séptimo partido de la Final y encima en propia cancha.

"Como equipo nos dejamos el corazón en la pista", manifestó el 16 de los Lakers, uno de los más ovacionados por la afición, junto con Kobe Bryant, protagonista de decenas de pancartas, Ron Artest, que portaba un gorro hecho por su hija, y Lamar Odom,acompañado por su esposa, Khloe Kardashian.

Bryant lució una camiseta con la frase "Black Mamba" (mamba negra), uno de los apodos por los que es conocido. "He recibido muchos agradecimientos de gente que creció viendo cómo los Celtics trituraban a los Lakers", recordó.

Por su parte Artest, convertido en todo un "showman", agarró el micrófono en el autobús y ya no lo soltó.

Exaltó al público, no se cansó de gritar "Boston Sucks" (Boston apesta) e incluso se animó a interpretar un tema musical que acaba de lanzar al mercado: "Champion".

"Todo lo que estoy viviendo es una bendición", manifestó Artest.

Mientras, Jeanie Buss, vicepresidenta ejecutiva de los Lakers, no dudó en grapar una nota con el número 1 a una gorra que ponía "X", en alusión a los once títulos como entrenador de Phil Jackson, su pareja.

La celebración se llevó a cabo con mucho orden y sin apenas incidentes a pesar de los aglomeraciones en el centro de la ciudad desde primera hora de la mañana. Las zonas de 'párking' subieron sus tarifas hasta el doble de lo habitual y los comercios de la zona cobraban cinco dólares por usar los lavabos.

También hubo quien hizo noche frente al pabellón para asegurarse una buena zona y ver de cerca a sus ídolos. "No me he movido de aquí desde que llegué, no quiero perder este lugar. \u00A1Son los Lakers!", dijo al periódico Los Angeles Times Vashawn Hicks, de 21 años.

La policía local arrestó a nueve personas por pequeñas peleas y altercados, e informó de que diez hasta el momento han recibido cargos por los disturbios ocurridos el pasado jueves justo después de que los Lakers se proclamaran campeones.