El empresario catalán Sandro Rosell alcanzó anoche la presidencia del Barcelona tras ganar las elecciones celebradas en el Camp Nou gracias a una incontestable mayoría absoluta, con 35.021 (61,35%), y derrotar así a sus tres adversarios, Agustí Benedito (8.044), Marc Ingla (7.014) y Jaume Ferrer (6.168). Se emitieron 57.088 votos, 722 votos fueron en blanco (1,26) y hubo 119 votos nulos.

Las cifras del escrutinio reflejan un dato también sorprendente y es que los votos de Sandro Rosell y los de Agustí Benedito (75,44% del total) evidencian que el socio barcelonista ha querido hacer un punto y final con el continuismo y también, en cierta forma, con el laportismo, ya que esta corriente ha quedado tocada de muerte.

Para el socio barcelonista, el continuismo encarnado en Jaume Ferrer y Marc Ingla sólo ha merecido el 23% del reconocimiento, lo que pone de manifiesto que los siete años exitosos de Laporta no han merecido continuidad en uno de sus candidatos más próximos y sí una simpatía hacia el personaje que en el 2003 resultó determinante para darle al Barça un toque de grandeza en el campo.

Rosell se convertirá en el trigésimo noveno presidente del FC Barcelona en los 110 años de historia, aunque no será hasta el 1 de julio cuando sustituya oficialmente a Joan Laporta, quien habrá completado siete años en el cargo. Rosell es el presidente con el mayor número de votos (también merced a que el electorado era el más numeroso, con 118.665 asociados con derecho a voto) de la historia, no así en el porcentaje, después de que Josep Lluís Núñez reeditase en el 1997 la presidencia con el 76,3% de los votos (24.025 votos).