La selección española de fútbol, la última en llegar a Sudáfrica entre las 32 que participarán en el Mundial, ha aterrizado a las 9.20 hora peninsular de esta mañana en el aeropuerto de Johannesburgo, después de un vuelo de diez horas que partió el jueves por la noche de Madrid.

Los internacionales, nada más tomar tierra en el aeródromo de la capital sudafricana, tomaron otro vuelo con destino en la ciudad universitaria de Potchefstroom, donde ha instalado su cuartel general para todo el Mundial salvo cuando tenga que desplazarse a los partidos.

El conjunto de Vicente del Bosque tuvo un vuelo plácido en el Airbus A-340/600, el más moderno y de mayor tamaño de la flota de Iberia, que despegó a alrededor de la medianoche del jueves a los mandos del comandante Guillermo Gómez Paratcha.

El piloto aseguró por la megafonía del avión que para toda la tripulación era "un orgullo llevar a la mejor selección de la historia" y lamentó haber sido elegidos para el vuelo de ida y no para la vuelta, "que se hará con la copa de campeón".

"A España le hace falta una alegría y vosotros sois capaces de darla", aseguró el comandante de un vuelo que contó con unas fuertes medidas de seguridad.

Los jugadores y el cuerpo técnico aprovecharon buena parte de la noche para dormir, así como para leer revistas, periódicos y hasta a ver películas. "Todos los internacionales han dormido una media de seis y siete horas", aseguró a Efe el doctor Óscar Celada.

Vicente del Bosque ha ordenado un entrenamiento para esta misma tarde a partir de las 18.30 (16.30 gmt). Será la primera sesión preparatoria de la 'Roja' en tierras sudafricanas. España debutará en el Mundial el próximo día 16 en Durban frente a Suiza.

Cartel de favorita

Acostumbrada a viajar a estas grandes citas en el segundo vagón, la 'Roja' deberá afrontar la Copa del Mundo como integrante del grupo de principales aspirantes. Mientras que en anteriores ediciones las últimas rondas eran motivo de éxito, ahora asoman al horizonte de la selección española casi como una obligación, euforia que el propio Vicente Del Bosque ha tratado de frenar.

Sin embargo, la vigente campeona de Europa llega a Sudáfrica tras haber firmado una fase de clasificación inmejorable y libre de contratiempos, una vez recuperado Fernando Torres y con la única duda de Andrés Iniesta, cuya lesión parece que no le impedirá disputar el Mundial. Chile, Suiza y Honduras serán sus rivales en la fase de grupos, aunque los mayores reparos llegan en el cruce de octavos.

Y es que de superar esa fase inicial, España encontrará su rival en el llamado 'grupo de la muerte', donde Brasil, Portugal y Costa de Marfil se perfilan como amenazas. De todas ellas quien más atención reclama es la pentacampeona, que con una cara muy diferente a la habitual conserva el privilegio de saberse seria aspirante al triunfo final.