Rafael Nadal está acostumbrado a batir récords, a pulverizarlos, y hoy se apresta a dos nuevos, recuperar el número uno del mundo en su pista preferida, la Philippe Chatrier de Roland Garros, donde se mide con el sueco Robin Soderling en pos de su quinto título en París, que de ganarlo le colocaría a uno solo de Bjorg Borg.

El duelo está cargado de ingredientes para que sea épico. Soderling, en tiempos el jugador con el que Rafa apenas quería cruzarse, ha madurado tenísticamente y también como persona. "Todo lo que hubo en Wimbledon 2007 ya está olvidado", dijo Nadal sobre los incidentes en el All England Club, donde el nórdico le imitó. Es más, Rafael restó importancia a la especial forma de ser de su rival de hoy. "Es tímido", comentó.

En su quinta final de Roland Garros, Nadal puede tener un premio adicional, el de acercarse a los seis títulos logrados por el sueco Bjorn Borg en dos periodos, y lograr el decimotercer título masculino español en Roland Garros y el 18 del Grand Slam. "La temporada puede ser perfecta o casi perfecta", dijo ayer Nadal tras entrenarse con el júnior irlandés John Morrisey en la pista tres: "Ganar todos los torneos previos era ya una temporada buenísima, y si encima se gana Roland Garros sería perfecta".

El balear reconoció que se siente a su mejor nivel y que buena parte de esta gran forma se debe a cómo se sintió en Montecarlo. "Una final de Roland Garros no se juega cada día, pero si no hubiera ganado en Montecarlo seguramente no estaría aquí", dijo.

"Sé que puedo ganarle, lo he demostrado ya", dijo Soderling con la seguridad que da haberse plantado en la final por segundo año consecutivo, y en esta edición haber ganado al número uno del mundo, y ahora intentarlo con el dos, después de haberse convertido en el único jugador capaz de vencer a Nadal en París, el año pasado en octavos.

Soderling no ha visto en vídeo aquel partido. "Mi padre sí, muchas veces, pero yo no tengo tiempo para ver tenis, juego demasiado y cuando no estoy jugando lo ocupo en otras cosas", dijo. "Rafa está jugando su mejor tenis en tierra, pero creo que también lo puede hacer bien en otra superficie. Y es lo mismo para mí, me gusta jugar en todas", añadió el de Tibro, que confesó que aunque no se siente supersticioso, seguirá los mismos métodos y costumbres desde que comenzó el torneo. "Comer en el mismo restaurante o usar los mismos colores en la camiseta, por ejemplo", dijo.

El número uno del mundo no preocupa a Nadal. Si acaso a Federer, que no podría igualar el lunes el récord de 286 semanas al frente de la clasificación del estadounidense Pete Sampras. Al igual que en 2007 y 2008, Nadal llega a la final sin ceder un set en el torneo, y es la tercera vez que lo consigue, algo que sólo lo había logrado antes Bjorn Borg (1978, 1980 y 1981).

De lograr el trono de nuevo, Nadal emularía a Jimmmy Connors, Bjorn Borg, John McEnroe, Ivan Lendl, Mats Wilander, Stefan Edberg, Jim Courier, Pete Sampras, Andre Agassi, Marcelo Ríos, Gustavo Kuerten, Lleyton Hewitt y Roger Federer, que también cedieron su corona y la recuperaron luego.

Nadal lleva ya 37 victorias en Roland Garros, y es el jugador que más triunfos ha logrado en el circuito, ganando por dos a su compatriota David Ferrer. También se ha convertido ya en el español que más triunfos ha logrado en París, también con 37.

Derrota de la villenense Torró

La pareja española formada por Lara Arruabarrena y la villenense María Teresa Torró cayó por 6-2 y 6-3 en 54 minutos ante la húngara Timez Babos y la estadounidense Sloane Stephens, quintas favoritas, en la final de dobles júnior femenino de Roland Garros.

En la pista dos del estadio, justo al lado donde Nadal hacía su entrenamiento, Arruabarrena y Torró buscaban convertirse en la tercera pareja íntegramente española que logra la victoria en esta prueba de dobles júnior parisina. Pero cedieron en dos sets.