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Con la mente puesta en el Mundial, confesando que está al margen de lo que se mueve a diario por su futuro, mide más que nunca cada una de sus palabras. Consciente de que puede provocar situaciones poco deseadas en un momento en el que solo quiere pensar en fútbol.

Dos meses después de fracturarse el peroné regresó a los terrenos de juego. ¿Cómo fueron sus primeras sensaciones?

La verdad es que bien aunque reconozco que acabé con las piernas cansadas al final. Es lógico. Desde que arrancamos en Las Rozas y en la semana que hemos entrenado en Austria hemos acumulado mucho trabajo y eso se nota durante los partidos. Me siento contento por un lado, por volver a jugar, y cansado por el otro.

Se lesionó ante el Barcelona en un momento clave de la temporada en la que el Arsenal volvía a aspirar a todo pero de nuevo se quedó a las puertas de los títulos.

La verdad es que sí. Nunca las lesiones llegan en buen momento pero fue especialmente doloroso. Nueve semanas sin jugar al fútbol se hacen muy largas y lo que quieres es volver a jugar con tus compañeros. Ya estoy centrado en la selección. El otro día me quedé con mal sabor de boca porque quería tener unos minutitos ante Arabia Saudí. Me sirvió para que ante Corea del Sur fuese el doble de motivado.

¿Por qué España no encuentra de momento su juego?

La verdad es que ayer era muy difícil hacerlo porque el campo estaba muy seco y los coreanos corrieron mucho para impedir que desplegásemos nuestro fútbol. Al final acabaron muy cansados y nos cedieron más espacios para que creásemos ocasiones de gol, pero en la primera parte nos hicieron sudar. El partido habría cambiado antes si hubiese entrado el disparo que intenté colocar y se estrelló en el palo. Lo importante es que seguimos ganando y cogiendo confianza.

¿Hay en este momento en el grupo otros objetivos por encima de la brillantez del juego?

Pensamos que es normal que sean partidos espesos. Nos encontramos a selecciones que están muy motivadas por enfrentarse a nosotros. También nos estamos acostumbrando al balón y al campo, porque ya sabemos por la experiencia del año pasado, que nos vamos a encontrar terrenos de juego con el césped bastante seco. Y además hay que sumarlo a la carga de entrenamiento que estamos teniendo. Entrenando mañana y tarde y con sesiones tan fuertes es normal que las piernas estén un poco pesadas.

¿Le viene bien a España enfrentarse antes del Mundial a selecciones de un perfil bajo o debería hacerlo ante las grandes?

Hace poco nos hemos enfrentado a grandes como Francia o Argentina y las hemos ganado. En este momento nos viene bien jugar ante equipos que la tocan bien pero que saben defender encerrados en su campo. En el Mundial nos vamos a encontrar selecciones así, que luchan cada balón hasta el último minuto, y que nos harán trabajar mucho por cada victoria. Sobre todo con Suiza y Honduras. A Chile ya nos enfrentamos y sabemos que además tiene calidad.

¿Es capaz de mantenerse al margen de las negociaciones, de la oferta del Barcelona y la respuesta negativa del Arsenal?.

En este momento tengo muy clara una cosa. Jugar el Mundial es un sueño que he tenido siempre, es algo tan grande y tan importante que no tengo que estar pensando en otras cosas. Me mantengo al margen y así todo me está yendo muy bien en ese sentido. Estoy muy tranquilo. No tengo ni tiempo para pensar en nada de lo que está pasando.