Alberto Contador afronta desde este domingo el criterium Dauphiné Liberé "sin ninguna presión" y con el solo objetivo de afinar su puesta a punto para el Tour de Francia, que partirá el 3 de julio de la ciudad holandesa de Rotterdam y en el que intentará conseguir su tercera victoria.

La Dauphiné Liberé comienza este domingo con un prólogo de 6,8 kilómetros en Evian les Bains. Durante ocho días, los participantes en la Dauphiné Liberé recorrerán 1.080 kilómetros en una prueba que tradicionalmente constituye la antesala del Tour.

Contador, que no compite desde el 25 de abril en la clásica Lieja-Bastoña-Lieja, parte como favorito en ausencia del vencedor de las dos últimas ediciones, Alejandro Valverde (suspendido por dos años), y de los que pueden ser sus principales adversarios en el Tour, el estadounidense Lance Armstrong, el luxemburgués Andy Schleck y el australiano Cadel Evans.

"Voy a correr sin ninguna presión, buscando una perfecta puesta a punto. Todo marcha con arreglo a lo planeado", aseguró Contador en vísperas de una prueba que todavía no figura en su historial. El primer ascenso de su historia al Alpe D'Huez, uno de los puertos legendarios del Tour, representa la gran novedad en el montañoso recorrido de la 62 edición de la Dauphiné Liberé.

Contador está convencido de que este año los Pirineos serán "decisivos" en el Tour, y por ello ha examinado meticulosamente cuatro etapas en la zona. "Los Pirineos van a ser decisivos y, por supuesto, el Tour va a ser este año más duro que en años anteriores".

Para Johan Bruyneel, director del RadioShack de Lance Armstrong y el año pasado de Contador y del norteamericano en el Astana, el corredor español "es el más fuerte, obviamente", pero añadió: "nosotros vamos a intentar construir un buen equipo en torno a Armstrong para desbaratar sus planes".