Dos noticias, una mala y una buena: La mala trata de que ayer el Hércules sólo pudo sumar un punto tras una jornada en la que dos rivales directos ganaron en otros campos. La buena habla de que, pese a completar un encuentro malo, el cuadro alicantino consiguió sumar. Esa es la lectura a extraer. Jugar mal y no perder debe ser acogido entre vítores en esta recta final que acabará otorgando galones al que más acierte o al que menos yerre. Mientras tanto, el empate cosechado en Castalia llega como un paso insuficiente dado que los compañeros de esprint (Zaragoza y Tenerife) apretaron ayer más en las calles adyacentes.

El Hércules que se vio en Castellón no encontró el ritmo preciso para mantenerse en carrera frente a un rival que jugó mejor. El conjunto de Castalia, extra movidado pese a no jugarse nada en la tabla, puso más medios y acierto en el centro del campo para anular a un Hércules que se olvidó de crear juego.

Farinós no apareció y cuando Farinós no aparece el equipo alicantino sufre. El valenciano no encontró la finura que le caracteriza y su aportación fue nula. Tal circunstancia incide demasiado en un equipo que gana muchos enteros con su lucidez.

El Hércules no encontró nunca su sitio real, apenas ofreció argumentos de aspirante al ascenso, pero sí mostró solidez atrás con una buena defensa, capitaneada por Sergio Fernández, y el punto de brillantez por parte de Calatayud, que en la única jugada que olió a gol claro volvió a mostrar reflejos de gato para evitar que el cabezazo a bocajarro de Nsue se alojara en la red.

El Hércules tardó mucho en mostrar algo interesante en Castalia. La primera parte se agotó entre interrupciones y aburrimiento, con un centro del campo aturdido e intentos infructuosos de fútbol directo buscando a Rubén Navarro o Delibasic.

En la única ocasión que buscó las bandas pudo llegar un penalti, que se antojó claro, sobre el joven Ruz en una internada por el costado derecho. El árbitro no lo interpretó así y acabó decretando la conclusión del primer tiempo que, visto lo visto, era la mejor noticia que uno podía recibir tras masticar tanto despropósito.

Mejoría insuficiente

Mandiá se quedó sin Sendoa a los veinte minutos de juego. El vasco sintió un pinchazo en el cuádriceps y pidió el cambio. El técnico apostó por colocar a Fernando Sales en la izquierda. La historia apenas cambió en la segunda parte, si bien se notó una leve mejoría. Tote abandonó la banda derecha y pasó a desempeñar funciones por detrás de los puntas. Eso y la labor de Abel Aguilar, un jugador que siempre asegura nota, sirvió para que el Hércules se soltara un poco el pelo y el Castellón mostrara signos de mayor preocupación.

El conjunto de Castalia, con todo, era el que más apretaba, aunque perdió alegría al ver más peligro en su retaguardia. La mejor ocasión herculana llegó con un disparo de Rubén Navarro que Oliva rechazó con apuros, y la mejor acción del encuentro fue el citado remate de Nsue que desbarató Calatayud.

El Castellón, pese a todo, bajó intensidad. El cambio de Mario Rosas restó fluidez e ideas a los de La Plana que, por otro lado, carecían de pegada por la ausencia de sus delanteros argentinos Ulloa y Tabares. De eso no supo aprovecharse el Hércules, que ni siquiera acabó colocando toda su pólvora sobre el terreno de juego. De hecho, dado el rendimiento que aporta Fernando Morán en esos partidos que se instalan en el limbo, se esperó el tercer cambio que, sin embargo, Mandiá decidió no ejecutar.

Y así fueron pasando los minutos, sin llegadas claras, con algún que otro intento de herir buscando huecos que siempre se cerraron.

Al final 0-0, como en las dos últimas visitas a Castalia. Visto lo visto, lo mejor que se podía esperar de un partido gris que obliga a encontrar la claridad en la visita del Nàstic de Tarragona el próximo domingo

Castellón 0: Oliva; Rafita, Pol, Zamora, Mora; Dealbert, López Garai; Arana (Perico, m.77), Víctor Salas (Dani Pendín, m.83), Mario (Pau, m.67) y Nsue.

Hércules 0: Calatayud; Ruz, Dani Carril, Abraham Paz, Sergio; Farinós, Abel Aguilar, Tote, Sendoa (Fernando Sales, m.22); Rubén Navarro (Gerardo, m.68) y Delibasic.

Árbitro: Hevia Obras, del colegio madrileño. Amonestó a Mora, Dani Pendín y Pau por parte del Castellón y a Ruz, Dani Carril y Abel Aguilar por el Hércules.

ESTADIO: Castalia. 5.179 aficionados.