Molina fue uno de los grandes protagonistas del amistoso que el Alicante disputó el sábado ante el Almería, su ex equipo, contra el que cuajó una gran actuación, y además detuvo dos penas máximas en el lanzamientos de penaltis que se realizó para determinar el vencedor del Trofeo Amaro González.

"El mister me dio la oportunidad de jugar contra mi ex equipo y creo la aproveché. En estos encuentros uno tiene que dar lo mejor para ponerle las cosas difíciles al entrenador. Tuve la suerte de tener algunas intervenciones afortunadas y en la definición por penaltis pude parar dos. Pero lo importante es seguir trabajando para rendir al máximo cuando el equipo me necesite", explicó.

El meta reconoció que su objetivo es disfrutar de más minutos que el año pasado, aunque reconoció que tiene una difícil competencia en la portería alicantinista.

"Jesús Unanua es un gran portero y está realizando un trabajo brillante. De cualquier forma, la temporada es larga y estoy seguro que llegará mi tiempo. Trabajo para estar preparado cuando llegue ese momento", afirmó.