Los dos van de la mano encabezando las quejas de sus compañeros contra la ATP por su planificación de la temporada del 2009, y ambos luchan por ser los mejores sobre tierra en estos inicios de sesión.

En Montecarlo, una de las antesalas de Roland Garros, prueban su estado de forma, y Federer, consciente de que este año es vital para él, se situó a un solo partido de la victoria 500 de su carrera al vencer a Lee por 6-4 y 6-3, y ésta vez salió más convencido de su actuación sobre tierra que en su debut ante el italiano Andreas Seppi.

Nadal sumó su triunfo 64 en arcilla con una contundente exhibición ante Vliegen por 6-1 y 6-1 para colocarse, como el helvético, por tercer año consecutivo en cuartos, aunque el español ha ganado el torneo los dos últimos años.

"Ha sido un partido muy completo de principio a final, me he defendido muy bien", dijo Nadal quien actuó a su manera, rompiendo siempre de entrada el servicio de su rival. "Esto te da mucha confianza porque el otro ve el partido mucho más complicado", dijo, "en mi caso estoy consiguiendo encontrar los huecos y situarme bien sobre la pista", añadió Nadal que en dos partidos solo ha cedido seis juegos.

Para Federer la cuestión es aclimatarse lo mejor posible y controlar mas el juego desde el fondo. El suizo perdió su saque en el tercer juego del segundo set pero lo recuperó a continuación. En cuanto amoldó más su juego desde la línea de fondo, supo tomar las riendas del partido. "Una vez que fui capaz de hacerlo, tomé el control. No me sentí demasiado preocupado hoy", dijo.

Pero el futuro aparece ahora más preocupante para el suizo, que defiende 350 puntos en el Principado fruto de la final del pasado año donde perdió contra Nadal, porque su rival es el español David Ferrer, que venció a la nueva sensación del tenis mundial, el serbio Novak Djokovic, ganador en el Masters Series de Miami, por 7-5 y 6-4.

"Es un excelente jugador, sobre todo sobre tierra", dijo Federer sobre Ferrer. "En esta superficie es donde tiene mayor confianza, por lo que será complicado batirle aquí", aseguró el número uno del mundo, que no obstante ha ganado a Ferrer las cinco veces que se han enfrentado, una de ellas el pasado año, en este mismo torneo, y también en cuartos, por 6-1 y 6-3.

Para Nadal el compromiso ahora es el alemán Philipp Kohlschreiber que superó al español Guillermo García López, por 5-7, 7-6 (4); y 7-6 (4);, en un duelo que el hispano tuvo en su mano, pues dispuso de tres bolas de partido en el segundo set, e incluso llegó a servir con 5-4 en el tercero.

El de Manacor ha vencido ya esta temporada al germano en el Abierto de Australia en cuatro sets. Nadal contará a su favor que está fresco y sin apenas desgaste, mientras que el teutón necesitó dos horas y 57 minutos para vencer a García López.

El tercer español en cuartos de final es Juan Carlos Ferrero, vencedor de este torneo en 2002 y 2003, que liquidó al ruso Igor Andreev, por 6-3 y 6-3. Con esa frescura y con las fuerzas al completo, Ferrero se medirá en cuartos con el francés Richard Gasquet que dejó fuera de combate al croata Ivan Ljubicic, por 6-3, 6-7 y 7-5.

La jornada hubiera sido triunfal si Tommy Robredo hubiera sacado adelante su partido contra Tomas Berdych, pero el checo se impuso por 1-6 6-3 y 6-2. Berdich, cuyo mejor resultado en Montecarlo ha sido la segunda ronda, se medirá con el sueco Robin Soderling.