"La ciudad de los árboles" incluye además un dvd y un libreto de 42 páginas en el que desarrollan la historia de la ciudad que da nombre al álbum, que se trata de un lugar "en el que los árboles encierran almas que aún no puede descansar en paz y que le cuentan a la protagonista las ilusiones que les han quedado por cumplir", asegura Txus.

Mägo de Oz, fundado por el batería Txus en 1988, sorprendió a sus seguidores, para bien y para mal, con los álbumes "Gaia I" y "Gaia II". Sin embargo, y haciendo caso a su "corazón" y a sus "jefes" -es decir, el público-, dejan pendiente la publicación del último álbum de esta trilogía para volver con un disco "más divertido, de canciones cortas y sin grandes orquestaciones".

Los "Gaias" eran discos "más oscuros, muy elaborados musicalmente y de temática muy compleja", el primero sobre la conquista de América y el segundo sobre la Inquisición. Pero, tras una gira veraniega en la que la banda repasó sus viejos temas, al grupo le volvió las ganas "de recuperar el sonido inicial de Mägo de Oz", explica Txus.

"Las giras de Gaia fueron muy largas, a lo grande, con muchos músicos, guardaespaldas, todo muy estudiado y milimetrado", por lo que ahora, que llevaban unos meses "muy gamberros y canallas" han querido reflejar este estado de ánimo en "La ciudad de los árboles".

Tan agusto se encuentra la banda con el regreso a sus orígenes musicales que, de momento, no quieren poner fecha al cierre de su trilogía musical, ya que, como asegura Txus, "Coppola también se tomaría su tiempo de descanso entre Padrino y Padrino".

"La ciudad de los árboles" es un disco "tan positivo" que, según Txus, se ha convertido en una especie de "tirita para aquellos corazones con soledad y amargura". Con esto no quiere decir que les haya pasado nada "especialmente grave", pero sí asegura que todo el mundo necesita, de vez en cuando, "darle un traguito de alcohol al alma".

De hecho, "La ciudad de los árboles" tiene un mensaje muy claro: "si la vida te pisa, desenvaina una sonrisa y vuélvete a levantar", todo ello acompañado de un sonido cien por cien Mägo de Oz, es decir, con un gran protagonismo de violines, flautas y gaitas, "mitad música celta, mitad "rock and roll".

Sin embargo, Txus afirma que, realmente, Mägo de Oz no tiene ningún estilo, porque para ellos la música es como un beso; "¿Se puede definir un beso? No. Un beso se siente, y la música es igual", una apertura musical que les permite componer desde baladas celtas hasta heavy pasando por rancheras con muiñeiras -"rainxeria", como demuestran en el single "Y ahora voy a salir" .

El resultado es un disco "muy (Joaquín); Sabina", según Txus, ideal para "un callejón oscuro, perdido, bohemio", y alejado de la premisa "sexo, drogas y rock and roll", porque, como asegura, esto ya lo practican a diario porque son "una jodida banda de rock, no Andy & Lucas".

Mägo de Oz comenzará su nueva gira el próximo mes de marzo, aunque no dejarán verse por festivales porque ya están "muy mayores" y porque, en opinión de Chus, "los festivales son como un buffete, hay demasiadas cosas pero no está rica ninguna".