H ace tres meses finalizó la última campaña de excavaciones acometida por la Unidad de Conservación del Patrimonio Histórico-Artístico Municipal de Alicante (COPIHAM);. Entonces, el yacimiento arqueológico del Cerro de las Balsas, en la Albufereta, quedó vallado además de protegidas las construcciones que salieron a la luz.

Pero desde hace veinte días, los vecinos de la zona han asistido a un desfile de paseantes y de bicicletas por el centro del yacimiento, con restos iberos y romanos, ya que las puertas de acceso han sido forzadas, incluso algunas de ellas reposan en el suelo tras haber sido literalmente arrancadas de la valla. Además, los plásticos protectores de algunas de las construcciones que se han desenterrado en las excavaciones están destruidas y hay restos de botellas, papeles y plásticos.

El arqueólogo municipal y responsable del COPHIAM, Pablo Roser, aseguró ayer que su departamento ya ha remitido un informe al urbanizador para que solucione el tema, «porque la parte excavada no es propiedad municipal y el mantenimiento es responsabilidad del urbanizador». En cualquier caso, el técnico afirmó que «salvo una pequeña parcela, todo está excavado por lo que no se puede expoliar nada y las construcciones que se conservan son muy potentes y andando por encima no se pueden romper».

Roser recordó que el proyecto de urbanización de la zona está a punto de comenzar y cuando se apruebe el replanteamiento de parcelación será cuando se decida qué se queda «in situ». Mientras tanto, «hemos realizado una conservación provisional».

El arqueólogo recordó que aún hay 35.000 metros cuadrados no excavados, que se consolidaron en el 90, «pero que no lo hemos tocado porque se protege mejor así». Además, está pendiente el proyecto de reparcelación de la zona del Polígono B, donde está la finca Las Balsas, «y calculamos que podemos empezar a excavar después del verano».