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Máximo Huerta: «Volvería a aceptar ser ministro, una y otra vez»

Con el amor bastaba, que ya va por la cuarta edición, es «un canto a la belleza de lo diferente», asegura Máximo Huerta

El escritor Máximo Huerta, en una terraza del Montíboli. a. b.

P Nació en Utiel, creció en Buñol, estudió en València y allí dio sus primeros pasos como periodista para después dar el salto a Madrid y llegar hasta París. Aún así, elige la Costa Blanca como refugio ¿Qué le une tan fuertemente al Mediterráneo?

RLa familia. Estar en esta tierra es estar cerca de la familia, es mi madre, son mis primas y tiene todo lo que a mí me gusta. Esa mezcla de lo rural y lo cosmopolita, el mar y el clima. Me siento en casa y esa es la mejor sensación que existe.

P Con sus publicaciones en redes sociales se ha convertido en un todo un embajador de la Marina Baixa ¿En qué se distingue nuestra costa?

RAunque todo el mundo habla de estas playas, muchas veces se confunden con cuatro edificios de la siempre apasionante Benidorm. Pero la Costa Blanca es mucho más, un lugar desconocido a pesar de ser tan turístico. Hay restaurantes maravillosos tanto en el interior como en la costa, rincones, me encanta el color de este mar. Es un color distinto que nada tiene que envidiar al de Grecia o Baleares. Es único.

P Su libro habla de lo distinto, de lo que escapa de la norma, de personas especiales, de gente diferente. ¿Se considera así?

RTodos somos raros, especiales, particulares y, en definitiva, únicos. Este libro es un canto a la belleza de la diferencia. Igual que me parece maravillosa una tierra en la que tienes lugares totalmente opuestos unos a otros, con millones de escondites y secretos, me pasa igual con las personas. En esos detalles encuentro la exquisitez de la belleza.

P Todos hemos querido en algún momento de nuestra vida desatacar, pero a la vez marginamos al diferente.

R Yo creo que por eso está gustando tanto el libro. Todo el mundo se ha sentido diferente en algún momento, mirado, subrayado, cuestionado y se ve reflejado. Todavía hay muchas personas que cargan mochilas de prejuicios e intolerancia y eso hace que todo lo distinto siempre sea cuestionado. El que tiene otro acento o color de piel, otra forma de ser o de moverse cuando eso es lo bonito, la mezcla, la diferencia, lo que luego buscamos cuando viajamos fuera.

P El protagonista de Con el amor bastaba descubre que puede volar y que eso le hace único, ¿qué es volar para usted?

RVolar es sentirse libre, feliz, es sentir que estás haciendo lo que te apetece. Desde niños todos hemos soñado con volar. Nuestros superhéroes siempre han volado, incluso Mary Poppins o Peter Pan. Echo la mirada atrás y recuerdo cuando soñaba con volar atándome un jersey al cuello.

P Escribió este libro durante un retiro en la Provenza después de cerrar una etapa y, como aquel que dice, acaba de ver la luz. Ha cerrado otra etapa en televisión ¿Se va a tomar un descanso?

REstoy trabajando ya en una próxima novela, este lugar es que un motor para mí. Me siento en casa y eso hace que la mente esté tranquila, fluyan más las ideas y nazcan las novelas.

P Parece que nunca descansa.

RComo autor nunca descansas porque siempre te fijas en lo que ha dicho alguien, cómo se mueve, qué comenta? todo lo que vives sirve para una novela. No es que existan las musas, no creo en ellas, pero si tu observas mucho, eso te sirve para escribir. Aunque esté tomando el sol, mi cabeza está centrifugando ideas.

P ¿Cuál ha sido la mejor experiencia en televisión?

RQuizás sorprenda, pero cubrir el conclave del papa Francisco para mí ha sido periodísticamente la experiencia más salvaje, atractiva, interesante y hasta cinematográfica de mi vida. Es todo lo que uno puede imaginar y desear un periodista.

P Periodista, escritor, presentador, ministro. Es un hombre verdaderamente polifacético. ¿En qué papel se siente más cómodo?

RContando historias. Ser periodista también es contar historias. Si las cuentas con tranquilidad y te permiten hacerlo es la forma más bonita de hacerlo. Todos los escritores antes han sido periodistas: Mariano José de Larra, García Márquez y hasta Delibes. Yo creo que ese es el camino natural.

P ¿De dónde viene su interés por la política?

RTodos deberíamos tener un ministro en nuestro interior. Un ministro crítico, que valora, que tiene interés, que es capaz de mirar la vida con ojos de servicio público. Independientemente del partido, yo no estoy hablando de tendencias. La política no ha de ser algo de los demás, ha de ser algo nuestro, y entre todos, construir.

P ¿Y alguna vez pensó en dar el paso?

RNo, jamás. Ni he estado en ningún partido, ni lo estoy, ni jamás he estado en listas. Simplemente se me ofreció ser ministro y me pareció una inmensa responsabilidad, atractiva e interesante, que volvería a aceptar una y otra vez, porque creo que es una de las cosas más bonitas que puedes hacer como ciudadano por tu país: intentar cambiarlo a mejor.

P ¿Qué opina del panorama político actual?

RMe parece que está muy bronco, muy sucio, y todos contribuimos a ese ruido, también los ciudadanos, y el ruido no es bueno para el país.

P ¿Cree que la transmisión y la defensa de la cultura ocupa el lugar que se merece?

RNo, hay una mirada demasiado crítica y torticera con la cultura. Tú te morirás, yo me moriré, morirán los lectores del periódico y lo que quedará es el sabor de nuestras recetas, las canciones, las rondallas, las películas, los libros, nuestras fiestas, la Semana Santa, todo nos sobrevive.

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