Un intento curioso y loable del cine de animación danés de abordar un tema adulto como es el mundo de los sueños desde una perspectiva infantil. Es el primer largometraje del director Kim Hagen Jensen, que codirige la película con Tonni Zinck, que ya había firmado un primer largo en 2008, Barry, el rey de la disco. Cuenta la experiencia de Mina, una muchacha que hace un mal uso de su nueva habilidad para controlar los sueños de otras personas. La vida de Mina da un vuelco cuando la nueva novia de su padre, Helena, y su hija Jenny, con la que no se lleva bien, se mudan a su casa. Una noche, Mina descubre el mundo de los sueños, donde hay unos constructores que se encargan de crearlos y empieza a manipular los sueños.
