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El río Seco como escenario de ficción

Jorge Núñez realiza una obra multimedia en Las Cigarreras con la residencia artística de Idensitat, que propone reflexionar sobre el uso de los cauces sin agua

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La desembocadura del río Seco en El Campello puede servir de escenario donde narrar una historia de tintes fantásticos o de terror. De ahí surge el proyecto The Night Flier que el artista visual Jorge Núñez ha desarrollado en Las Cigarreras de Alicante desde el 15 de junio hasta ahora, durante la residencia artística Estéticas Transversales-Ecosistemas de Ficción. Por segundo año consecutivo, esta convocatoria ha sido impulsada conjuntamente entre el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana y la plataforma Idensitat, un proyecto de arte con base en Barcelona que plantea reflexionar sobre el territorio actual desde visiones multidisciplinares.

Si el pasado año esta convocatoria se centró en el fenómeno del tardeo alrededor del acuario sin peces de la plaza Nueva de Alicante, en esta ocasión Idensitat propone explorar los ríos sin agua y su vinculación con las políticas urbanas, los retos ecológicos o la concepción de estos cauces como espacios de memoria e identidad, según explica la coordinadora de Idensitat, Roser Colomar.

La convocatoria fue lanzada en las tres provincias de la Comunidad Valenciana, a la que se presentaron 72 propuestas, y la de Alicante ha sido la primera en desarrollarse, siendo también la primera residencia artística en Las Cigarreras tras el confinamiento.

The Night Flier es el eje central del proyecto, en el que el artista visual ofrece una lectura «estética, poética o ficcionada de por qué ese espacio se ha ido desertizando», indica Colomar, que añade que en septiembre se abrirá otra lectura «más paisajística» con el estudio de arquitectura Drassana, que creará una ruta participativa en este entorno.

Jorge Núñez (Santurtzi, 1983) explora el cauce del río Seco cercano a su desembocadura a través del vídeo, el dibujo y el sonido para crear una obra multimedia apoyada en la estética del cine fantástico y de terror, que tiene como punto de partida un avistamiento de ovni producido en la costa alicantina en 1979, el Caso Manises, archivado como expediente sin resolver. Núñez utiliza una cámara de VHS de los años 90 para sus obras de cine experimental o underground y en este tiempo ha estado trabajando en la parte gráfica, sobre todo los dibujos de carteles de la futura película.

«Recurro mucho a la ciencia ficción y al terror por su capacidad de crear imágenes de mucha potencia, a veces abstractas y otras más reales», apunta este doctor en Bellas Artes que organiza desde 2012 el festival de cine extraño Pantalla Fantasma.

Aunque el resultado final se verá en noviembre, en septiembre Núñez debe volver al río Seco para el rodaje con actrices de esta historia, donde la protagonista y su madre comparten casa con dos científicos que realizan experimentos y, tras tocar una masa verde, esta empieza a tener contactos con un ser volador nocturno (the night flier).

«Un tercio de la película ocurre en el río Seco porque es el lugar con el que sueña la protagonista y donde sabe que se va a encontrar con algo de otro mundo», explica el creador, que prefiere contar la sinopsis al principio «para que la gente imagine luego la película en su cabeza» a partir de lo que vea.

Porque en noviembre el público verá «una película fallida, rota o fragmentada» a partir de secuencias repetidas en monitores, una cinta alejada de la narración convencional, que se acerca más a la narrativa discontinua del propio río Seco, «que a veces tiene agua, a veces desaparece, pero se nota por dónde pasa».

El Consorcio de Museos respalda este proyecto aportando 1.200 euros de honorarios al artista y 1.600 euros de producción.

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